Los rescatistas que intentan sacar a 41 obreros atrapados en un túnel desde hace nueve días en India se preparaban hoy para perforar un nuevo pozo, después de que se suspendiese otra operación similar por temor a un nuevo derrumbe.
Las excavadoras retiran escombros y tierra desde el 12 de noviembre, cuando se derrumbó una parte de un túnel en construcción en el estado de Uttarakhand, en los Himalayas.
Los ingenieros intentaron introducir un cilindro de metal entre los escombros, lo suficientemente ancho para evacuar a los obreros, pero un crujido hizo temer otro derrumbe, por lo que abortaron este primer intento, consignó la agencia de noticias AFP.
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Los equipos se preparan ahora para perforar un agujero vertical desde lo alto de la colina donde está el túnel y necesitan que tenga una profundidad de 89 metros para llegar hasta los obreros.
Los rescatistas se comunican con los obreros utilizando radios y pudieron enviarles, agua, alimentos, oxígeno y medicinas por un tubo de 15 centímetros de diámetro.
"Se están haciendo todos los esfuerzos posibles", declaró hoy el ministro en jefe de Uttarakhand, Pushkar Singh Dhami, e insistió en que los "trabajadores atrapados en el túnel están a salvo".
Los expertos advierten del impacto del desarrollo excesivo de la construcción en Uttarakhand, donde amplias zonas del estado son propensas a los corrimientos de tierra.
El túnel siniestrado forma parte de un plan para conectar las localidades de Silkyara y Dangalgaon, que albergan dos de los templos hindúes más sagrados, el de Uttarkashi y el de Yamunotri.
La obra forma parte de un proyecto del primer ministro indio, Narendra Modi, para mejorar la conexión entre algunos de los santuarios hindúes más populares y modernizar el acceso a las regiones cercanas a la frontera con China.
Con información de Télam