El presidente español visita África Occidental con el objetivo de frenar la oleada migratoria

26 de agosto, 2024 | 09.26

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, iniciará el martes su segunda visita este año a África Occidental, con el objetivo de frenar la migración a las islas Canarias y contrarrestar la presencia rusa en la región del Sahel.

La ruta migratoria de África Occidental ha experimentado un aumento del 154% este año, con 21.620 personas cruzando a las islas Canarias en los primeros siete meses, según datos de la agencia de fronteras de la Unión Europea Frontex.

La oleada ha puesto a prueba los recursos del archipiélago español y las autoridades locales han afirmado que podrían tener que alojar a las personas migrantes en campamentos militares o incluso en tiendas de campaña ante el previsible aumento de las llegadas debido a las condiciones más tranquilas en el océano Atlántico.

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Las autoridades españolas temen que hasta 150.000 personas migrantes más procedentes de África se dispongan a realizar la peligrosa travesía en los próximos meses.

Según datos de Frontex, casi la mitad de los recién llegados son malienses, obligados a abandonar su país por un conflicto y una crisis económica en los que está implicado el grupo mercenario ruso Wagner.

Sánchez se está centrando en reforzar las relaciones con Mauritania, Senegal y Gambia, principales puntos de partida de las embarcaciones. Los dos primeros comparten fronteras terrestres con Mali.

La policía española lleva mucho tiempo operando en África Occidental para reforzar el control fronterizo como parte de la estrategia de Madrid de dar ayuda financiera y de seguridad a los puntos de salida de las embarcaciones de personas migrantes.

REGRESO A MALI

España también planea volver a Mali tras el cierre de la misión militar de la UE allí el pasado mes de mayo. Mientras Francia abogaba por el cese de la misión, España mantiene conversaciones con Bamako sobre ayuda militar bilateral, según un alto militar español.

El oficial, que pidió el anonimato, dijo a Reuters que no se puede dejar el terreno vacío para que lo ocupe el ejército ruso y que es importante mantener una presencia en la región.

La misión española podría continuar el entrenamiento de la anterior misión europea, dijo la fuente.

El Ministerio de Defensa español confirmó que estaba en conversaciones sobre la colaboración con Mali, sin dar más detalles.

España aboga en la UE y la OTAN por una mayor atención al sur global, especialmente al Sahel, ante el aumento de la migración.

Jesús Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, dijo que para resolver los problemas del Sahel hay que abordar la pobreza y los efectos del cambio climático.

Dijo que la solución no es la ayuda militar, que es la repetición de un modelo fracasado, sino que se necesita otro tipo de ayuda.

Años de conflicto islamista en el Sahel han alimentado una crisis humanitaria con más de 3,1 millones de personas desplazadas de sus hogares en Mali, Burkina Faso y Níger hasta julio, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

En Mali, los problemas económicos también han empeorado desde que la junta gobernante tomó el poder en 2020.

El conflicto, el desempleo y el impacto del cambio climático en las comunidades agrícolas son los principales motivos que impulsan a los malienses a emigrar, según Ousmane Diarre, director de una ONG maliense que defiende los derechos de las personas migrantes.

Moussa Diaby Wage, maliense de 20 años, llegó a Canarias en 2020 en un barco procedente de Mauritania.

Tras conseguir la nacionalidad española, su sueño es alistarse en el ejército. Mientras tanto, ayuda a otros niños migrantes en un centro de menores de Tenerife. De los 50 adolescentes que viven allí, 30 proceden de Mali.

Dijo a Reuters que fueron porque Mali está en guerra, hay muchos combates en el norte y mucha gente tiene que tomar la decisión de marcharse y asegura que la mayoría de los que vienen son muy jóvenes, porque es la única forma de tener una oportunidad.

(Corina Pons en Canarias, Fadimata Kontao en Bamako, Belén Carreño en Madrid y Joan Faus en Barcelona; edición de Charlie Devereux; editado en español por Mireia Merino)