La fiscalía de Georgia dijo el miércoles que había abierto una investigación sobre las acusaciones de la oposición de posible falsificación en las elecciones parlamentarias del fin de semana, en las que se declaró ganador al partido gobernante Sueño Georgiano.
Los resultados oficiales dieron a Sueño Georgiano, partido que ha estrechado lazos con Rusia, el 54% de los votos y una clara mayoría en el Parlamento tras la votación del sábado. Pero los políticos de la oposición han declarado que boicotearán la cámara en protesta por un resultado que consideran ilegítimo.
La fiscalía dijo en un comunicado que había citado a declarar el jueves a la presidenta georgiana, Salomé Zourabichvili, una crítica del Gobierno que ha dicho en repetidas ocasiones que el recuento de votos fue falsificado, pero que no ha aportado pruebas de ello.
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Zourabichvili y otras figuras de la oposición habían calificado la votación como un momento crucial en la historia de Georgia, en el que el país debía elegir entre la integración en la Unión Europea con la oposición, o una continua deriva hacia Rusia bajo Sueño Georgiano.
Georgia no tiene relaciones diplomáticas con Rusia y Sueño Georgiano, que afirma que quiere que el Estado del Cáucaso sur se una algún día a la UE, dice que no quiere que el país se vea arrastrado a otro conflicto con Moscú, que le ganó una corta guerra en 2008.
La fiscalía dijo que la investigación se abría a petición de la comisión electoral de Georgia, que ha afirmado que la votación fue libre y justa.
Medios de comunicación georgianos informaron el martes de que la comisión electoral había solicitado una investigación sobre lo que calificó de "críticas infundadas" a las elecciones.
El lunes, Zourabichvili dijo a Reuters que Sueño Georgiano había utilizado una "metodología" rusa para falsear el resultado de las elecciones, citando dos sondeos a pie de urna que apuntaban a una victoria de la oposición.
Los observadores electorales, incluida la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), integrada por 57 países, han afirmado que la votación estuvo marcada por incidentes de intimidación de votantes, sobornos y manipulación de papeletas que podrían haber influido en el resultado, pero no llegaron a calificarla de amañada.
El Kremlin ha negado las acusaciones de injerencia y ha acusado a Occidente de intentar influir indebidamente en el resultado de la votación.
Con información de Reuters