El gobierno de La Rioja anunció el fin de la racionalización de combustible luego de que las petroleras fueran intimadas por el ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, a normalizar y garantizar su suministro a toda la ciudadanía. De esta manera, la venta de combustible será normal en todas las estaciones de servicio y sin ningún tipo de restricciones, es decir que el cupo estipulado en 2.000 pesos para las motos y 6.000 para los autos queda suspendido y se habilita nuevamente la venta a través de bidones.
Días a tras, el jefe de Gabinete, Juan Luna y el secretario de Energía de la provincia, anunciaron que, luego de una charla con autoridades nacionales, se esperaba que para el inicio de esta semana se solucionara el problema de abastecimiento de combustible para los riojanos.
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El problema del combustible
Tras varios días incertidumbre con relación al problema de abastecimiento de combustible en el país, el gobierno nacional acordó con las petroleras la importación de 10 barcos con combustibles para paliar el faltante. Dicha faltante de producto, para las estaciones de servicio, se agudizó en los últimos días en el interior del país, sobre todo en las provincias del norte y centro.
En ese contexto, el jefe de Gabinete de la provincia de La Rioja se reunió con dueños de las estaciones de servicio con el fin de establecer un sistema de racionalización en la venta de combustible. En esa linea, la venta de combustible por medio de vales quedó habilitado para patrulleros, ambulancias y autobombas, mientras que se decidió la venta de hasta 6 mil pesos para automotores y 2 mil pesos para motocicletas.
Por qué hubo desabastecimiento
Entre estos eventos, mencionaron los niveles extraordinarios de demanda, especialmente en los últimos 15 días -fin de semana largo, elecciones donde se produce un pico de movilidad de personas, inicio de la siembra agrícola, entre otros-. Además, se produjo una dependencia mayor a la habitual de importaciones de combustibles por paradas programadas en algunas refinerías; y, más recientemente, una sobredemanda generada por una expectativa de desabastecimiento.