Tras pasar años en lo que ella describe como puestos "aburridos y sedentarios" en las oficinas de varias empresas ucranianas, Liliia Shulha consiguió el trabajo de sus sueños como camionera en el principal minorista de Ucrania, Fozzy Group.
"Siempre soñé con automóviles grandes. De niña, en vez de jugar con muñecas, conducía coches", explica a Reuters.
"Ahora la situación es tal que contratan a gente sin experiencia y la capacitan. Yo tuve suerte", dijo Shulha, de 40 años, con el uniforme de la empresa delante de un gran camión.
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A medida que la guerra con Rusia agota la mano de obra, las empresas intentan cubrir la crítica escasez contratando a más mujeres en funciones tradicionalmente dominadas por los hombres y recurriendo a adolescentes, estudiantes y trabajadores de más edad.
Con millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, en el extranjero tras huir de la guerra, y decenas de miles de hombres movilizados en el ejército, la crisis del empleo podría poner en peligro el crecimiento económico y la recuperación de posguerra, según los analistas.
Ucrania ha perdido más de una cuarta parte de su mano de obra desde la invasión rusa en febrero de 2022, según datos del banco central.
Casi el 60% de las empresas dijeron que encontrar trabajadores cualificados era su principal reto, según una encuesta del Ministerio de Economía hecha a más de 3.000 empresas.
"La situación es realmente crítica", afirmó Tetiana Petruk, directora de sostenibilidad de la empresa siderúrgica Metinvest, uno de los mayores empleadores de Ucrania, con una plantilla de unos 45.000 trabajadores. Tiene unas 4.000 vacantes.
"El déficit de personal que sentimos repercute en nuestra producción", dijo Petruk a Reuters en una entrevista por internet.
"No somos los únicos que sentimos la escasez de personal, lo sienten todas las empresas de las regiones, incluidos nuestros contratistas".
Reuters habló con representantes de nueve empresas ucranianas, desde grandes firmas industriales hasta grupos minoristas y pequeños empresarios privados. Todos afirmaron que la escasez de personal y la creciente inadecuación de las cualificaciones eran grandes retos.
Las empresas dijeron que estaban cambiando las prácticas de contratación y de negocio, automatizando, rotando al personal existente y ampliando sus descripciones de trabajo, recontratando a jubilados y ofreciendo más beneficios, especialmente a los trabajadores más jóvenes.
También han tenido que aumentar los salarios. El salario medio mensual es ahora de unas 20.000 jrivnias (470 dólares), frente a las 14.500 de hace un año.
"Se observa un alejamiento de los prejuicios de género y edad en la selección de candidatos, ya que los empresarios ajustan los criterios para atraer a los empleados necesarios", afirma la Escuela de Economía de Kiev. "Esta tendencia también se extiende a la iniciativa empresarial, donde la proporción de mujeres empresarias está creciendo significativamente".
MÁS MUJERES
Los sectores en los que predominan los hombres se ven más afectados por la escasez de personal, según el Banco Central.
El sector de la construcción, el transporte y la minería, entre otros, se han visto afectados por la movilización militar, a la que pueden optar los hombres de entre 25 y 60 años. Para mantener la economía en funcionamiento, el Gobierno concede aplazamientos totales o parciales a las empresas críticas.
En los sectores de la energía y la fabricación de armas, el 100% de la plantilla puede acogerse al aplazamiento. En otros sectores, las empresas pueden retener al 50% de la plantilla masculina. Pero el proceso para conseguir el aplazamiento es largo y complicado.
A medida que el Gobierno endurecía las normas de movilización este año, crecía el número de hombres que preferían el empleo informal, lo que les permitía permanecer fuera de los registros de datos públicos, según algunas empresas.
En la región agrícola meridional de Mikoláiv, las mujeres reciben formación como conductoras de tractores. Las mujeres también trabajan cada vez más como conductoras de tranvías y camiones, mineras del carbón, guardias de seguridad y almacenistas, según las empresas.
"Estamos ofreciendo formación y puestos de trabajo a mujeres que tienen una experiencia mínima", afirma Lyubov Ukrainets, directora de recursos humanos de Silpo, perteneciente al grupo Fozzy.
Además de Shulha, la empresa cuenta con seis conductoras de camión y está contratando de manera más activa a mujeres para otros puestos antes dominados por los hombres, como cargadores, separadores de carne, empaquetadores y guardias de seguridad.
La proporción de mujeres empleadas crece en sectores como la siderurgia. Petruk dijo que el personal femenino representaba alrededor del 30-35% de la plantilla de Metinvest y que la empresa contrataba ahora a mujeres para algunos trabajos subterráneos. Metinvest no pudo facilitar cifras comparativas de antes de la guerra.
Otras mujeres no pueden o no quieren incorporarse a la plantilla por falta de recursos para cuidar de los hijos. Shulha, que trabaja 15 días seguidos en la carretera, ha vuelto a vivir con sus padres para poder asegurar el cuidado de su hijo de 14 años y de su hija de 16 años.
(Información adicional de Yurii Kovalenko y Viktoriia Lakezina; editado por Mike Collett-White y Timothy Heritage; editado en español por Javi West Larrañaga)