Se espera que Bangladés acepte formalmente el martes la decisión de un tribunal de recortar las cuotas para los empleos públicos, según medios de comunicación, cumpliendo así una demanda clave de los estudiantes cuyas protestas desencadenaron uno de los peores brotes de violencia en años, en el que murieron casi 150 personas.
La calma reinó por segundo día consecutivo en la capital, Daca, y en la mayoría de las principales ciudades ante el toque de queda y el bloqueo de internet y las telecomunicaciones que el Gobierno impuso tras el estallido de las protestas la semana pasada.
Sin embargo, la situación de seguridad aún no está totalmente bajo control, declaró a la prensa el jefe del ejército, que recorrió la capital en helicóptero el martes por la mañana.
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Las autoridades dijeron que el toque de queda se relajaría durante cuatro horas por la tarde, frente a las tres del lunes, para permitir a la gente comprar artículos de primera necesidad.
Los manifestantes querían que las autoridades anularan una decisión de la Corte Suprema del mes pasado que restablecía un sistema de cuotas que reservaba casi el 60% de los empleos públicos a algunas personas, como las familias de los que lucharon en la guerra de independencia de Bangladés.
Las cuotas habían sido desechadas en 2018 por el Gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina, quien aceptó a última hora del lunes una sentencia de la Corte Suprema para eliminar la mayoría de las cuotas.
Se espera que la aceptación se publique en el registro formal del Gobierno el martes, según medios de comunicación, cumpliendo con una demanda hecha por los manifestantes.
El lunes, Hasina culpó a sus oponentes políticos de la violencia y dijo que el toque de queda, impuesto el viernes, se levantaría "cuando la situación mejore".
Los manifestantes han dado al Gobierno 48 horas para cumplir ocho exigencias, como una disculpa pública de Hasina y la reapertura de los campus universitarios cerrados cuando comenzó la violencia.
El martes, Malasia se convirtió en un nuevo país en evacuar a ciudadanos de Bangladés a causa de la violencia, y el Ministerio de Asuntos Exteriores informó de que un vuelo que los traía a casa estaba a punto de llegar a Kuala Lumpur, la capital.
India también declaró que al menos 4.500 estudiantes indios habían regresado a casa desde Bangladés.
(Escrito por Sakshi Dayal; edición de Miral Fahmy y Clarence Fernández; editado en español por Anxo Fariñas Torres)