Bernardo Cappa: "Hay relatos que son como escenas beckettianas de las que no se puede salir"

25 de noviembre, 2022 | 18.08

(Por Pedro Fernández M.) Bernardo Cappa es el autor y director de "El relato", obra que se puede ver los sábados en el Camarín de las Musas y en la que bajo el fondo de un humor que a veces raya lo desopilante, y sin desligarse de las ceremonias de lo popular, vuelve sobre cuestiones que parecen atravesar su prolífico trabajo y están vinculadas a la determinados signos y modos de la argentinidad y su condición teatral.

Autor de joyas recientes como "Las vengadoras" (2018) o "La yegua muerta" (2019), en "El relato", Cappa se sumerge en un club de barrio de Ingeniero White -localidad cercana a Bahía Blanca-, donde los hijos de un excombatiente se reúnen para evocar el relato de un partido entre ingleses y argentinos en las islas en el que su padre ("una suerte de Maradona bastardo") marcó dos goles épicos.

El homenaje de los hijos es la reproducción de este relato del partido a cinco años de la muerte del padre en una situación atravesada también por una interna sobre la presidencia del club y viejos resquebrajamientos, y que deja como fondo la sensación de estar girando siempre en falso sobre un eje loco.

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"El relato de Malvinas es como el gol de Maradona a los ingleses, parecería que no terminan de pasar nunca y quedan como dando vueltas en una escena beckettiana de la que no se puede salir, lo mismo que el Peronismo, que no puede salir de la idea del Perón vuelve y todos sabemos que no va a volver nunca", cuenta Cappa en una referencia a la obra.

"Esto es muy teatral porque es una situación en que los vínculos quedan atrapados en una emoción con la ilusión de que el tiempo no pase, y el tiempo pasa igual. Esa idea se vuelve teatral porque es interesante cuando alguien queda desfasado del tiempo, entonces cómo hacer para volver al tiempo, y, al mismo tiempo, ¿qué es lo actual, qué es lo moderno?, ¿la libertad de mercado? Es una situación complicada", resume el autor, nacido en Bahía Blanca e hijo del director técnico Angel Cappa.

Télam: ¿Cómo surgió esta obra?

Bernardo Cappa: Hay dos cosas: una imagen de mi madre escuchando a la noche los partidos de Independiente para relatárselos al otro día a mi abuelo. Sucede que vivían en el campo y mi abuelo que ordeñaba vacas a la madrugada se acostaba muy temprano, entonces mi mamá se quedaba escuchando los partidos de Independiente de la Copa Libertadores para hacerle un resumen que le daba al otro día. Esos relatos del partido a la noche en medio del campo eran una linda imagen a partir de la cual empecé a investigar sobre el relato futbolístico, los relatores, sobre la voz y la construcción de una emoción. Hay todo un estudio sobre la concepción de la épica futbolística a partir de una persona que relata lo que sucede en un partido.

Con esos elementos empezamos a trabajar con el equipo y los actores durante la pandemia, reuniéndonos por zoom y un poco para sobrellevar la soledad. También me interesaba, no discutir, pero sí referirme a esta idea de que no hay más relato en el teatro, una idea ingenua pero que circula.

T: En tu caso hay una defensa del relato teatral.

BC: Sí, considero que el relato teatral es lo que hace posible el despliegue de la actuación. La actuación actúa perforando el relato, metiendo eso que el relato oculta de alguna manera. El relato tiene un principio y un fin, tiene un desarrollo y lo que hace la actuación, por su propia naturaleza, son las derivas, los ritmos, las condensaciones emocionales y las alteraciones de ese relato. Cuando uno le saca el relato al teatro, la actuación queda muy vacía y tiene que someterse a la pura presencia. No es que uno hace teatro a favor del relato y para defender el relato sino que, a mi modo de ver, el relato potencia la actuación porque hace posible su despliegue.

T: Un tema muy presente en esta obra y en varios de tus trabajos tiene que ver con una construcción de lo argentino.

BC: Es que me parece un lugar teatralmente maravilloso. Tanto Argentina como Buenos Aires son muy teatrales por el manejo de la emoción que hay, ahora tengo ganas de trabajar sobre el universo del tango y hay unas conferencias de Borges donde dice que esos hombres sabían emitir signos para esconder la emoción, el tema de la elegancia, lo que no se decía, y está bueno ver cómo todo eso dio como resultado un estado de las cosas donde en Buenos Aires todos sabemos todo el tiempo que si alguien dice algo, evidentemente, quiere decir lo contrario.

T: Porteño puro.

BC: Otra cosa de muchísima teatralidad son los espacios, Buenos Aires es una ciudad oculta, los lugares atractivos suelen estar en subsuelos, uno abre una puerta y hay una cosa atrás, siempre hay una cosa atrás, tenés que hacer el documento y alguien te hace una seña de que pases por atrás, "vos no vengas por acá, vos tenés que venir por acá", te dice; siempre hay otra puerta, donde vacunan, donde te dan el registro, y eso genera una manera de vincularse que es muy teatral y otra cosa que es muy teatral en Buenos Aires es que nunca, nada, nadie, deja de hacer las cosas para otro. Siempre todos hacemos las cosas para un tercero que está mirando (aunque no haya nadie) y eso es teatro puro.

T: ¿Son cosas que aparecen en la teatralidad argentina?

BC: Los grandes actores y actrices de Argentina de algún lado salieron, saben eso, asumen ese gesto. El teatro toma esas cosas y las problematiza en el espacio y en el tiempo y ahí lo vuelve poético: se tarda más en decir o hacer algo, se tarda menos, se construye de una determinada forma, se establece una determinada relación con el espacio. En Buenos Aires todos alguna vez fuimos llevados a un cuartito en el fondo donde la situación se puso un poco rara; ahí aparece el aleph de Borges: en una casa, en un sótano de Constitución se puede ver el aleph, o sea todo, pero porque es una casa en un sótano en Constitución, una casa que se derrumbará y no quedará nada de esa casa. Borges es un genio porque capta todo eso que es posible en Buenos Aires.

Y en relación con esto creo que el teatro en Buenos Aires no es el de los grandes escenarios, la posibilidad de que aparezca lo poético más hondo no es en los grandes escenarios sino en los lugares ocultos, por eso el teatro se hizo fuerte en los lugares alternativos laterales. Definitivamente, lo argentino y sus signos negativos me parecen muy interesantes para hacer teatro, a parte porque vivo acá, lo padezco y me interesa poner en juego eso tan particular que me resulta muy teatral.

T: Siempre con la presencia del humor

BC: Es que si no es así se vuelve un perno, uno se pone solemne, además de que, ¿nosotros nos tomamos algo en serio? Buenos Aires dice que se toma las cosas en serio pero generalmente nos reímos de lo que pasa y me interesa ese humor en el que hay una risa tensa, una risa de costado, más tirada a la burla. Uno no viene a bajar ninguna verdad sino más bien a mostrar sus contradicciones y es mejor riéndonos, además porque la risa acerca y libera.

Con autoría y dirección de Bernardo Cappa; actuaciones de Maia Lancioni, Gustavo Sacconi, Pablo Dos Reis, Gabriela Pastor, Juan Santiago y Luna Jankowski; escenografía de Maricel Aguirre; vestuario de Manuela Sanchez; iluminación de Diego Becker, produccción ejecutiva de Pablo Lopez; asistentencia de dirección de Ludmila Bello y Laura Gildenberger y Nicholas Dieter como dramaturgista, "El relato" se puede ver los sábados a las 22 en El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960).

Con información de Télam

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