Los intérpretes estadounidenses JK Simmons y Sissy Spacek son los protagonistas de Night Sky, la serie de ciencia ficción y misterio que llega mañana a Amazon Prime Video sobre una pareja mayor que años atrás descubrió una cámara secreta en su patio trasero que conduce a un planeta extraño y desierto.
Pese a que fue escrita por Holden Miller y tuvo como showrunner o máximo responsable creativo a Daniel C. Connolly, la nueva propuesta de la plataforma y Legendary Television, que originalmente iba a llamarse Lightyears, tiene un marcado acento argentino: Juan José Campanella dirigió los primeros episodios y coprodujo la serie, y Julieta Zylberberg y Rocío Hernández tienen papeles muy relevantes para la trama.
Quiero decir una cosa: Argentina es un personaje más en esta serie, un personaje hermoso, magnífico. Y tienen dos actrices sublimes como Julieta y Rocío, planteó de inmediato y con claro entusiasmo Sissy Spacek en conversación con Télam, no solo en referencia a las dos intérpretes argentinas sino también a las escenas rodadas en los bellos parajes desérticos del Noroeste del país. Y está Juan Campanella, maravilloso, apoyó JK Simmons.
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Ambos son las excluyentes figuras de esta producción, no solo por sus destacadas trayectorias o por los premios Oscar que guardan en sus casas (Spacek por La hija del minero, de 1980; y Simmons por ese sádico profesor de percusión de Whiplash: Música y obsesión, de 2014), sino por su composición de una pareja que se prodiga cariño y cuidado pese a su avanzada edad y sus achaques.
La serie, de ocho episodios de una hora, sigue a Irene (Spacek) y Franklin York (Simmons), una pareja que más allá de los 70 vive en su casa de pueblo pequeño de toda la vida. Irene sufrió una caída hace un tiempo que la obliga a circular en silla de ruedas la mayor parte del día, y Franklin mantiene el vigor de albañil de la juventud, pero su memoria empieza a jugarle malas pasadas.
Se protegen con ternura y se preocupan por la salud menguante del otro, pero ambos se niegan a vender la casa y mudarse a un espacio en el que puedan ser asistidos, tal vez por su nieta, tal vez por algún profesional. La razón, una cámara secreta subterránea oculta en su patio trasero, que descubrieron mucho tiempo atrás y que esconde un misterio que los obsesiona: una vez dentro, los conduce a otro cuarto ubicado en un planeta a años luz de distancia.
Durante mucho tiempo guardaron el secreto, y visitaron ese hipnotizante lugar una y otra vez con la esperanza de saber su origen, quién lo construyó y por qué. La historia tendrá un vuelco cuando un enigmático joven (Chai Hansen) aparece en el cuarto del otro lado y entra en sus vidas para darles a entender que ese lugar supone mucho más de lo que podrían haber imaginado.
Para Spacek, recordada por su interpretación de Carrie en la adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King, y Simmons, habitué de las películas de Spider-Man y de pasado reciente en el género de ciencia ficción con la serie Counterpart, el aspecto fantástico de la serie no fue el más importante, sino el de la historia que relaciona a sus dos personajes.
No hay suficientes papeles ni en el cine ni en la televisión para actores mayores, afirmó Spacek, de 72 años (Simmons tiene 67), que celebraba que la serie le haya dado la oportunidad a un relato que funciona no solo por su tono de misterio sci-fi sino por poner el foco en la historia de una pareja de que debe aprender a convivir con su ancianidad.
Télam: Los dos han trabajado en diversos proyectos en el género de ciencia ficción o fantasía, ¿qué dirían que hace especial a Night Sky?
JK Simmons: En mi caso, inicialmente no tuvo nada que ver con los aspectos mágicos o fantásticos de la serie. De hecho, cuando comencé a leer el guion ni siquiera estaba al tanto de estos aspectos de la serie. Para mí, más allá del género, se trata de si es una historia acerca de personas con las que realmente te puedas comprometer emocionalmente más que la excitación y los grandes efectos especiales y todo lo demás, que esta serie también tiene por su costado de ciencia ficción y que son como la frutilla del postre.
Sissy Spacek: A mí me atrajo sobre todo la relación entre los dos personajes principales. Con eso ya me enganché. Me generaba un poco de preocupación y temor el aspecto de ciencia ficción, porque somos seres humanos y no tenemos forma de entender qué es lo que pasa ahí arriba, esa fue un poco la lucha interna, pero es una serie genial.
T: Efectivamente, más allá del misterio y la ciencia ficción, en su corazón esta serie es una historia de amor entre sus dos personajes. Ustedes encarnan una pareja que después de muchos años se trata con dulzura, se preocupa por el otro con devoción. ¿Cómo compusieron esa pareja que está junta desde hace tantas décadas?
SS: Fue un regalo que nos dieron. Nunca se sabe cómo va a ser la química con alguien con el que vas a trabajar. JK entró y era Franklin, lo captó inmediatamente, y fue un placer trabajar con él.
JKS: Fue igual para mí. Creo que para dos personas como nosotros que han estado en este negocio por tanto tiempo yo hago esto, y Sissy ya lo sabe: cuando estoy considerando trabajar con alguien cuya labor he observado y admirado por tantos años igual trato de hablar con la gente que tengamos en común y asegurarme de cómo es. Ella parece alguien que debe ser genial, pero ¿es solo una gran actriz que es un dolor en el trasero o también es una persona adorable? (risas). Por suerte no tuve más que buenas referencias sobre ella, y para mí eso es el 75 por ciento para que se dé esa química de encontrarse con alguien en una habitación y que te sientas a gusto.
Con información de Télam