Se estrena "Borom Taxi", un retrato de la comunidad senegalesa en Argentina

31 de marzo, 2022 | 14.02

La vida de los migrantes senegaleses en la Argentina es el centro de la película "Borom Taxi", ópera prima de Andrés Guerberoff que hoy se estrena en el Complejo Gaumont y que también se podrá ver en el Centro Cultural Kirchner (CCK), El Cultural San Martín y en la plataforma Cine.ar Play.

Centrado en Mountakha, recién llegado a Buenos Aires y tratando de insertarse laboralmente, la docu-ficción retrata a la comunidad senegalesa y también, devela otra configuración de la ciudad, "pensé que valía la pena también documentar algunos paisajes urbanos, me producía una emoción particular esa ciudad paralela y oculta", destaca Guerberoff en comunicación con Télam.

Lo cierto es que el origen de la película, que tuvo su premiere en el año pasado en el prestigioso festival francés de documentales Visions du Réel, parte del interés del director sobre los migrantes del país africano: "Pensé que podía valer la pena retratar sus rostros y el entorno tan especial que habían construido", destaca.

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El filme que pasó por otros nueve festivales, tendrá, además de su semana en el Gaumont, proyecciones sabatinas en el CCK (a las 19) y en el San Martín (viernes 1 a las 20, jueves 7 y viernes 8 a las 19, sábados 9 y 16 a las 18 y domingos 3, 10 y 17 a las 18)

Télam: ¿Cómo surgió este proyecto y qué te impulsó a retratar esta historia de un senegalés en la Argentina?

Andrés Guerberoff: Hace algunos años estaba escribiendo una película que no era particularmente sobre migrantes africanos, aunque en un momento se narraba de manera tangencial un pequeño incidente protagonizado por dos vendedores ambulantes con maletines iguales. La llamábamos 'La parte de los africanos", una especie de gesto de comedia entremezclado con una problemática social.

La inmigración africana era relativamente reciente en Buenos Aires en ese momento y me daba ganas de investigar, pasó un tiempo hasta que conseguimos algo de dinero y nos pareció que podía ser una buena idea empezar filmando esa tangente.

Con la propuesta de un proyecto en común me acerqué al tema para buscar al elenco y las locaciones y entonces todo tomó un curso completamente inesperado. Conocí a un grupo de migrantes que me despertaron un interés muy particular y que además, estaban dispuestos a embarcarse en la aventura. Pensé que podía valer la pena retratar sus rostros y el entorno tan especial que habían construido. Me di cuenta que quería pasar más tiempo con ellos, que la fascinación y el desconcierto que me despertaban no iba a agotarse pronto y que no necesitaba más que eso para que fuera apareciendo la película.

T: ¿Qué quisiste reflejar en la película?

AG: Tenía algunas intenciones, entre ellas mostrar que veía en estos migrantes no actores un manejo interesante del rostro y la expresión, así como mucha inventiva para improvisar diálogos. Pensé que valía la pena también documentar algunos paisajes urbanos, tal vez desconocidos por la mayoría. Y quería que en cierta forma el espectador pudiera acompañarme en ese viaje que estaba haciendo, tan lejano y cercano al mismo tiempo.

T: ¿Cómo describirías al protagonista, Mountakha?

AG: Mountakha por momentos improvisó siendo muy fiel a su realidad y en otros momentos tuvo también mucha inventiva. Hay escenas que escribimos juntos y otras que inventé tomando prestados elementos de la vida de otros migrantes senegaleses que conocí en esa época.

Esta serie de retazos de la vida de Mountakha intentan dar cuenta de su esencia y eso fue decantando como uno de los objetivos del proyecto. Más allá de haber trabajado el registro de su cotidianidad y de su entorno, es desde ahí que entiendo la película como una forma de documental.

T: Uno de los elementos que se desprenden del relato es la religiosidad de los senegaleses. ¿Qué peso tienen sus creencias en su cotidianidad?

AG: Por lo que pude conocer, es una comunidad que vive la religión y la espiritualidad de forma muy auténtica. Rezan varias veces al día, organizan muchas fiestas religiosas, celebran todos los años el Ramadán, ayunan. La mayoría de los senegaleses profesa una rama del Islam que se conoce como Muridismo, una orden del misticismo islámico.

T: ¿Cómo es su mirada sobre la gente, la cultura y las costumbres locales?

AG: No podría generalizar, conocí gente muy amable, muy respetuosa, muy abierta a compartir. También a otros que viven más recluidos en la propia comunidad, que casi no hablan español y con quienes me tomó meses poder generar algo de confianza.

T: ¿Qué significado tiene la palabra Barom?

AG: Borom significa dueño y se oye bastante en el habla cotidiana en wólof, el idioma natal de los senegaleses. El título de la película de una pequeña confusión que surgió cuando mientras averiguaba distintas formas de traducir las palabras camionero, conductor, chofer. Me gustó la sonoridad de 'Borom Taxi', y cuando me enteré que en realidad tenía otro significado, de todas maneras, me pareció que se establecía una relación con esa especie de procesión religioso-comercial que me interesaba retratar. Una forma de vida difícil de descifrar desde la lógica occidental.

Con información de Télam