Livre, la fiesta de hip-hop que muestra que "otra realidad es posible" para los jóvenes

28 de marzo, 2023 | 10.10

(por Javier Berro)

Epicentro de la cultura emergente del hip-hop en Buenos Aires, la Fiesta Livre recibe y contiene cada martes a cientos de jóvenes que se autoconvocan para compartir su talento con las rimas, el dibujo y el baile en una experiencia comunitaria.

Desde el “anonimato” entendido como único camino para una construcción colectiva posible, su impulsor y organizador se prestó a una charla con Télam a pesar del riesgo de que "cuando las cosas toman cierta superficie pública pueden desvirtuarse de lo que originalmente son”, según confió.

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“Siempre en la historia de la cultura pasó lo mismo, como cuando las cosas tienen un nicho toman otro estado, otra masividad, y todo se va a otros lugares donde en estos momentos no nos interesa ni ir, ni estar”, razonó.

Cerca de cumplir su primer aniversario, el ciclo sigue convocando a cientos de jóvenes devotos de la cultura del hip-hop a expresar su arte sin condicionamientos: “Nosotros no pedimos absolutamente nada porque es una comunidad. Nos gusta aportar el espacio, que ellos vengan y muestren lo suyo”, señaló el creador, también músico y productor, sobre una regla que corre tanto para los artistas como para los feriantes: “Por eso no le cuidamos el lugar a nadie ni el puesto sale tanto”.

Las instalaciones del Otra Historia Cultural Club (Estomba 851), en el barrio porteño de Villa Ortúzar, permiten el despliegue de todas las actividades y disciplinas, sirviendo como “un polirubro de cosas, una especie de parque de atracciones para la comunidad del hip-hop”.

Sobre el escenario principal circulan decenas de artistas por noche, algunos anunciados previamente que brindan un show y otros que comparten sus barras improvisadas o escritas durante el tiempo de micrófono abierto, mientras que en el sector de la feria es posible desde tatuarse y colocarse un “piercing” hasta conseguir algunas prendas usadas o nuevas y otros accesorios de moda.

En la dispersión que reina y siempre acompañada de rap y trap que suena de fondo, hay también mesas compartidas que se usan para dibujar bocetos de ideas que aguardan materializarse con aerosol en alguna pared, porque en Livre conviven todos los elementos de la cultura del hip-hop, incluso a veces y bien temprano hay clases abiertas de “breakdance”.

El patio, donde funciona la barra, es otro lugar de encuentro: es ahí donde se puede compartir un trago y surgen rondas improvisadas de freestyle y campeonatos de metegol, mientras la pantalla del fondo enlaza en tiempo real con el escenario principal.

La idea es “que cada uno haga sus cosas, que respete, que sea amable, que nos tratemos con amor” porque esas “son las principales cosas del hip hop”.

“En general ningún dueño de lugar quiere a este público. Tuvimos problemas en otros lugares porque es un público muy joven, muy rebelde, que trae latas en las mochilas porque es parte de su cultura. Por eso no vamos de donde no somos bienvenidos”, señalaron los impulsores del espacio.

“De algún modo Otra Historia y Livre encajaron perfecto y ellos están re contentos. Obviamente tenemos que mantener un montón de cosas de seguridad para que no se desborde, pero es un lugar ideal y queremos cuidarlo, cuidar el barrio y seguir ahí”, añadieron.

Télam: ¿Cuál es la posición de Livre frente al éxito comercial del hip-hop dentro del “mainstream”?

Livre: Que haya pibes triunfando con números mega increíbles hace que se muevan un montón de otras cosas. Yo estoy muy contento con todo lo que está pasando no solo por la cultura, sino también porque el mercado y el mundo cambiaron: hoy un pibe en su casa con una computadora puede hacer un tema, clavarla y romperla toda. La industria ya entendió que esto cambió y hoy se llenan estadios casi sin hacer publicidad o con una muy específica. Con respecto a nosotros, siempre me gustó el under. Por más que haya festivales que metan 200 mil personas me interesa lo que pasa en la calle. Livre es muy under, aunque entiendo que los pibes flashean con pegarla y todo eso y está buenísimo, pero para mí lo importante es hacer, buscar y no parar. La música salva y eso es así, no es una “hippeada” y entiendo que a un montón de pibes la música los salva y los pone en una situación y los acerca a puertas que antes no tenían.

T: ¿La fiesta tiene, además, una misión social de contención?

L: Es que tanto el hip hop como Livre están muy relacionados con las clases muy pobres. Cuando vos tenés 17 o 18 años es cuando vas tomando ciertas decisiones que seguramente van a afectar tu vida. Acá vienen pibes que quizás iban a quedarse toda la noche en una plaza tomando “giladas” y un pibe de 20 años completamente drogado es capaz de cualquier cosa, tanto acá como en el resto de Latinoamérica y el mundo. Entonces, que exista un lugar como Livre que te abra las puertas, donde podés entrar gratis en un horario y ranchear con amigos aunque no tengas un mango, está buenísimo. Es mostrarle a los pibes que otra realidad es posible. Yo he visto acá a pibes que quizás están muy en una que de repente se sientan en la mesa a dibujar y cuelgan durante dos horas. Eso para mí es hermoso. Cuántas más cosas veas, de algún modo tu marco de realidad se va expandiendo más. Si solamente ves la nada, o barro y agua, es muy difícil. Yo vengo de un barrio muy marginal, viví eso toda mi vida y lo que me pasó a mí trato de que no le pase a otro. El mundo es una porquería, ya lo sabemos, pero los martes hay un espacio donde podés ser vos y conocer otra gente. Hay muchos pibes que se conectan, pegan onda y hasta terminan grabando juntos. Capaz los pibes ven a esos chicos que la están rompiendo y dicen “no, ni en pedo estoy para esto”, pero subirte a un escenario y que hayan 50 o 100 personas mirándote y dándote energía es algo inexplicable. Estar en un escenario y que la gente te reciba es un flechazo al pecho. Te toca, te cambia. Y me encanta eso.

T: ¿Qué te gustaría que pase con esta experiencia en el futuro?

L: Yo por semana escucho y veo 20 ó 30 artistas emergentes y de repente estoy laburando en una fiesta y me doy vuelta y veo zarpado artista y se me cae la cara, le pregunto cuántos años tiene y me dice 19 y no lo puedo creer. Nosotros estamos en Capital Federal donde la pasamos bien dentro de todo. Me encantaría expandir esto y que en todas las provincias haya una Livre. Acá viene gente que vive a 60 a 80 kilómetros, que viajan durante dos o tres horas para llegar. Si eso lo hacés en otros lugares alimentás la cultura y la contracultura.

Con información de Télam