(Por Pedro Fernández M) Mariano Stolkiner construye una potente experiencia teatral en "Proyecto Toño", obra que interroga el problema de la biografía y la textualidad y que se aborda en primera persona aunque con distintas voces, a través de dos dispositivos escénicos diferentes, que se desarrollan uno a continuación del otro, los domingos a partir de las 19 en El Extranjero Teatro, del Abasto, barrio en el que transcurre.
Si alguien lo desea puede ver solo una de las partes del "Proyecto Toño", que ambas son autosuficientes, pero la experiencia completa es la más develadora de la historia y los dispositivos que se ponen en juego.
El tema central es la vida de Antonio Castaño, un migrante colombiano que actualmente tiene 52 años y llegó a la Argentina en 2013 escapando a un fracaso familiar.
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La primera parte del dispositivo es un audiodrama al que se accede por auriculares y que lleva consigo una recorrida por el barrio de El Abasto conducida por un guía y por la voz en primera persona de Castaño, quien devela los motivos por los que llegó a Buenos Aires en 2013, así como distintos aspectos de su vida.
Aunque narra sucesos, en algún punto extraordinarios y, por momentos, singularmente conmocionantes, Castaño tiene la virtud de la simpleza, todo lo nombra del modo más cercano posible, con nombres para cada cosa, persona, duda y sentimiento, al tiempo que sabe establecer la distancia necesaria del narrador para dotar a su historia de un interés que supera la biografía.
La otra virtud del audiodrama, que realiza diversas paradas, es que permite al espectador detenerse en determinados lugares de El Abasto y apreciar el barrio con una mirada mucho más dispuesta que la de la ceguera de la prisa diaria.
Así, una casa abandonada por Anchorena, entre Valentín Gómez y avenida Corrientes, la suciedad de las calles, una particular pensión en la esquina de Lavalle y Anchorena donde Toño vive desde su llegada a Buenos Aires, un locutorio sobre avenida Corrientes que marcó un momento significativo, el mismo shopping, donde Toño trabaja hace años, adquieren reveladoras particularidades que, aunque siempre a la vista, parecen ocultas en el trajín diario.
Durante el recorrido nos enteramos los motivos por los que Toño llegó a Buenos Aires y al barrio de El Abasto en particular, que fue un chico criado en la calle en un pueblo de Colombia, que se casó, tuvo cuatro hijos y se divorció, que viajó a Buenos Aires alentado por un amor juvenil.
El periplo, que partió de las puertas de El Extranjero (Valentín Gómez 3378) concluye en el mismo lugar, donde, después de un café, se accede a la segunda parte de esta "vida narrada", en el interior de la sala y donde el público conoce en persona al Toño que ya conoce por su voz, en un dispositivo que cuenta con actor y pianista.
Ahora el que relata la vida de Toño no es Toño, que apenas realiza pequeñas intervenciones, a veces correctivas del texto, sino el actor, que cuenta cosas del que tiene al lado como propias, agregando al relato del audiodrama información valiosíma y reveladora de la vida de Toño, de a momentos estremecedora y que terminan de cerrar una experiencia conmovedora.
El trabajo de José Luis Gallego, que narra la vida de Toño con Toño sentado a su lado, logra alcanzar los mejores momentos y climas de una vida particular, contada sin amaneramientos ni resaltados; la música de Rafael Sucheras, también a cargo de la banda sonora que acompaña el audiodrama en primera persona de Toño, es sugerente y logra atmósferas.
El texto, surgido del relato de su vida de Antonio Castaño, es de Mariano Stolkiner y hay también unos bellos dibujos de Yanina Corigliano que se proyectan en una pantalla y acompañan el relato dentro de la sala.
"Proyecto Toño", que incluye: "Experiencia Vidas Narradas. El Príncipe Toño" y "Experiencia recorrido audiodrama.Toño. el príncipe del Abasto", cuenta con dirección y diseño de puesta de Mariano Stolkiner y se puede ver los domingos a las 19 en El Extranjero.
Con información de Télam