La jueza de Nueva York, Loretta Preska, decidió acceder al pedido del Gobierno argentino de no depositar los 16.000 millones de dólares vinculados al juicio llevado adelante por Burford – Eskenazy por la expropiación del 51% de YPF realizada por el Estado nacional en 2012. La condena es contra el Estado nacional pero el Fondo Buitre pretende meter a la empresa, que en los últimos años se revalorizó con el auge de Vaca Muerta. En cambio, la jueza mencionó que deberán aportarse otros activos como caución.
La decisión de la magistrada neoyorkina se conoció 48 después del resultado electoral que puso a Javier Milei en la presidencia. Tras el resultado de los comicios, las acciones de la petrolera de bandera pegaron un raid alcista en Wall Street. El electo mandatario sostuvo en varias oportunidades que su objetivo será la privatización de la empresa.
"La jueza Preska accedió al pedido argentino de evitar depositar la totalidad del fallo YPF de USD 16.100 millones, pero ordena a Argentina aportar otros activos mencionados por los demandantes (acciones YPF, entre otros) como garantía para evitar embargos", indicaron fuentes judiciales a Noticias Argentinas.
En septiembre, cuando la jueza Preska firmó su sentencia, solo condenó a la Argentina. Burford festejó ya que, tal como detalló El Destape, de todos los cálculos posibles para una sentencia tomó los que le daban una suma de más de 16.000 millones de dólares. La Argentina siempre dijo que tenía que pagar cero y apeló.
Pero Burford habia amenazado con ir contra YPF si la Argentina apelaba el fallo en su contra. El país es evidente que no podía aceptar la sentencia de primera instancia, con lo que era un apriete sin sentido. Argentina apeló.
De todas maneras, el resultado del juicio sigue favorable para el fondo buitre, aunque todavía no ha quedado firme. Restan las demás instancias judiciales para que llegue su resolución, situación que hace recordar lo ocurrido con los Fondos Buitres liderados por Paul Singer.