YPF: el ruinoso legado de los negociados macristas

Políticas tarifarias inviables, negociados con empresas amigas, entrega de liderazgo en el mercado y el desplome de la producción. Un panorama de YPF, la compañía desguazada por el macrismo.

01 de febrero, 2021 | 20.19

A pesar del discurso público de sus exfuncionarios, el relato macrista en relación al supuesto "éxito" en materia energética se desploma con sólo revisar los datos que arrojan los balances. En particular, la situación actual de la empresa YPF refleja el fracaso de la política cambiemita

La balanza comercial energética muestra el comportamiento de las importaciones y exportaciones de energía en un momento determinado. Entre los años 2003 y 2010, durante la gestión de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, el país tuvo superávit comercial energético, es decir que se exportó más energía que la que se importó. 

Recién en el 2011 el país tuvo, por primera vez, un déficit en la balanza comercial energética. Para el 2015, el camino para lograr el equilibrio energético estaba trazado: YPF lideraba la producción de hidrocarburos en el país y la industria comenzaba a acompañar ese proceso con nuevos proyectos de producción ya que se habían establecido reglas claras para favorecer la inversión con la nueva Ley de Hidrocarburos. Todo iba a desmoronarse a partir del año siguiente. 

Entre 2016 y 2018, las importaciones de energía se expandieron un 33%, un dato llamativamente alto para una economía en crisis que demandó poco del sistema energético para su funcionamiento. Ese desbalance general permitió haber llegado al 2019 con una balanza comercial energética equilibrada, a pesar de que en el marco de un colapso de la economía y de la crisis social que vivió el país, la Argentina importó casi lo mismo que al inicio de la gestión de Macri.

Aún así, al observar las exportaciones, el país logró exportar energía a niveles del 2014 y muy por debajo del promedio de los 7.000 millones de dólares que se registraron durante los primeros 10 años de la gestión Kirchner.

Respecto a este punto, el comportamiento del mercado de gas resulta ilustrativo. En los cuatro años de gestión macrista, el consumo de gas residencial cayó un 8,4%, y los argentinos consumieron el mismo gas que en 2010. Cabe aclarar que esta caída estuvo relacionada a una vertiginosa suba de las tarifas.

Por otra parte, la salida exportadora de gas a los mercados regionales, especialmente de Chile, fue una respuesta de emergencia para un gobierno de Mauricio Macri que distorsionó completamente el mercado desacoplando la oferta y la demanda a través de la denominada Resolución 46, de incentivos para la producción de gas.

¿Qué fue lo que paso con YPF durante los cuatro años de macrismo?

La compañía fue gestionada con la idea de que era una empresa más del mercado y eso modificó su rol de liderazgo de la industria. Claramente, esta directiva la perjudicó operativa y financieramente. 

En materia de producción, todos los indicadores de la compañía vinculados con la producción de gas y petróleo colapsaron.

 

 

- Crudo: en los cuatro años bajo la gestión de Cristina, la producción de crudo creció un 10%. Durante los cuatro años de gestión de Macri, la producción de crudo cayó un 10%.

- Reservas de crudo: crecieron durante los cuatro años de gestión de CFK un 15%, mientras que en los cuatro años posteriores, cayeron un 10%

- Gas: la producción creció un 29% durante entre 2011 y 2015, pero cayó un 9% durante los años del macrismo.

- Reservas de gas: Crecieron un 40% durante la gestión de CFK, y cayeron un 30% durante los últimos cuatro años

Esta caída en los principales indicadores de producción de la compañía tiene su correlato en la pérdida de posición en el mercado. Al término de los cuatro años macristas, YPF había perdido su rol de liderazgo.

El daño de la Resolución 46

En concreto, la compañía perdió más de 10 puntos de participación en el mercado de la producción de gas como consecuencia de la aplicación de la resolución 46 y el subsidio que el Estado le dio a Tecpetrol (el brazo petrolero de Techint) para que desarrolle su proyecto de gas no convencional. Para el momento de la aplicación de esta resolución, Tecpetrol no producía gas en Vaca Muerta y un año después se convirtió en el mayor productor de gas no convencional del país con casi 15 millones de metros cúbicos día. En ese mismo lapso, la producción de YPF cayó en un 10%.

Pero a consecuencia indirecta fue peor aún. Tecpetrol producía gas y recibía a cambio un precio de 7.5 dólares el millón de BTU. El resto de las productoras recibían por el gas que producían el precio del mercado, la mitad que lo recibía la firma.

Cuando se convocaba a las licitaciones para la compra de gas, la compañía ligada a Techint tiraba para abajo el precio de la licitación, porque ella era la única empresa con un seguro de precio: los 7.5 dólares el millón de BTU. No importaba el precio que recibía del mercado, siempre recibía lo mismo.

Sin embargo, para el resto de las empresas fue letal. El precio llego a venderse en determinadas licitaciones de verano por debajo de los dos dólares el millón de BTU

¿Qué significaba eso? Para YPF, que ninguno de sus proyectos de gas era rentable a ese precio. A partir de este panorama, la empresa 51% estatal dejó de producir gas no convencional en el país. Para el 2019, YPF tenía completamente paralizada la actividad de gas en Vaca Muerta.

Tras cuatro años de gestión el volumen del negocio de YPF era un 30% más chico en dólares que el que manejaba cuatro años antes. Por supuesto, esto afectó el nivel de endeudamiento, que ahora la nueva directiva trata de resolver a contrarreloj antes del 12 de febrero. 

Según pudo saber El Destape en base a datos oficiales, si en cuatro años no se revierte este proceso, el país va a tener un déficit energético del 5%. De cambiar la tendencia, el objetivo al que se apunta el Gobierno pretende lograr tener una balanza energética superavitaria (13%).