El ministro de Economía, Martín Guzmán, explicó que las tarifas de luz y gas aumentarán de acuerdo a segmentos sociales diferenciados por el ingreso y no por criterios geográficos. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) establece que para los sectores con menores ingresos la suba será de alrededor del 20 por ciento en 2022, es decir lo que ya había dispuesto el gobierno con anterioridad. A un 10 por ciento de la población con mayores recursos se les quitarán completamente los subsidios y para el resto la suba será del alrededor del 40 %.
"Estos usuarios van a diferenciarse en función de su capacidad económica, se va a llevar a cabo un esquema en el que habrá diferentes variables que van a determinar la capacidad económica de los diferentes usuarios. Por supuesto que a quienes se les quiten los subsidios, le vamos a dar la posibilidad de demostrar que deberían recibir esa ayuda", afirmó Guzmán en una entrevista en El Destape Radio.
Un dato importante es que la discriminación entre los usuarios se dará por criterio de capacidad económica y no por ubicación geográfica. El funcionario explicó que habrá diferentes variables que se tendrán en cuenta, entre ellas el ingreso de cada usuario. No especificó cuáles serán las otras variables. Hasta el momento se decía que las subas iban a ser por las zonas más pudientes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), sin embargo el ministro lo negó.
Cómo será la suba de tarifas: los tres segmentos
Para los usuarios residenciales se hará mediante la aplicación del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) para que los incrementos no sean mayores a los salarios.
El nuevo esquema de segmentación de subsidios tendrá tres niveles: los usuarios que dejarán de ser beneficiarios de subsidios; los usuarios beneficiarios de tarifa social, que tendrán un aumento del 40 por ciento del CVS del año anterior, y finalmente para el resto de los usuarios, la suba será equivalente al 80 por ciento del Coeficiente de Variación Salarial del año anterior.
Así, mientras que el primer grupo abonará la tarifa sin ningún tipo de bonificación, los segundos tendrán, con un CVS del 53,4% en 2021, un incremento en este 2022 de no más del 21,36% de la factura, en tanto que el último grupo, bajo el mismo supuesto, tendría un incremento del 42,72%.
El ministro de Economía explicó que el gobierno negoció con el FMI una clausula para que la guerra no haga disparar las tarifas en la Argentina. "El acuerdo fue negociado antes de la guerra. Entonces se reconoce que hay riesgos y se reconoce que se puede reducir subsidios a diferentes velocidades de acuerdo a las contingencias internacionales. Es decir que tengamos mayor capacidad de reacción. El acuerdo establece que nunca se podrán aumentar los servicios por encima de los salarios", indicó.
FMI, macrismo y Congreso
El ministro de Economía explicó que el Fondo Monetario reconoció en el programa que el macrismo financió la fuga de capitales con deuda. "Una parte se usó para pagar deuda externa que era insostenible y otra para la salda de capitales. El propio FMI reconoció que el programa fracasó, que se debería haber restructurado la deuda y que se debería haber regulado la salida de capitales. A la Argentina le quedó la deuda, pero no quedaron más escuelas, hospitales, puertos o rutas", detalló.
En la entrevista con Roberto Navarro, Guzmán sostuvo que a nadie del Frente de Todos le hubiera gustado "que el FMI esté en la Argentina, porque pregona valores contrarios al estado nación que queremos". Sin embargo enfatizó al decir que hay una necesidad de resolver el problema de la deuda externa con el organismo internacional para evitar males mayores.
"Es la primera vez en la historia de nuestro país que el acuerdo con el FMI deberá pasar por el Congreso. No puede volver a ocurrir que un gobierno le deje una herencia de deuda por décadas a un nuevo gobierno", manifestó.
Guzmán explicó que el acuerdo debe ser aprobado en su totalidad en el Congreso y no únicamente algunos artículos debido a que el desembolso de dinero para refinanciar la deuda está sujeto a una serie de condiciones que exigue el FMI en el entendimiento con el gobierno.
"No hay ninguna quita de derechos, hay un crecimiento real del salario de los trabajadores. No hay privatizaciones de empresas públicas como era un clásico de otros acuerdos. Tampoco hay ajuste del gasto, por el contrario el Estado puede jugar para apuntalar el desarrollo de la economía"