Retenciones y fideicomiso cruzado: las herramientas económicas en tiempos de guerra

19 de marzo, 2022 | 19.21

El gobierno nacional anunció este domingo el cierre “hasta nuevo aviso” de los registros para exportaciones de aceite y harina de soja. Analizamos qué implica y cómo se vincula con posibles cambios en la estructura de retenciones.

En primer lugar ¿qué significa este cierre? Básicamente que desde esa fecha ya no se aprobarían nuevas solicitudes de Declaración Jurada de Operaciones de Exportación (DJE) de ambos productos semielaborados de la soja, y es una decisión que suele anticipar alguna medida vinculada al sector, generalmente cambios en los derechos de exportación.

En ese sentido, resulta importante aclarar que el nuevo esquema de retenciones se enfoca puntualmente en estos dos productos, con la intención de pasar el gravamen del 31 al 33%, igualando la alícuota ya vigente para el poroto de soja, y según lo establecido en la Ley de Solidaridad de fines del 2019.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

¿Qué implica esta suba? El incremento de dos puntos de retención representa unos 350 millones de dólares adicionales que se destinarán a un fideicomiso cruzado. ¿De qué se trata?, consiste en captar vía retenciones ese monto adicional pero en lugar de destinarlo a la soja se orienta al trigo, específicamente para los molineros que consumen ese insumo para la producción local, de manera de compensar el aumento de precios. Si la tonelada de trigo estaba entre 23-25 mil pesos y hoy está entre 35-40 mil pesos, esos 350USD permiten sostener el valor anterior en aproximadamente 4 millones de toneladas, con impacto significativo en el consumo interno.

En relación, aparece el contexto internacional marcado por el conflicto bélico entre Rusia-Ucrania y su impacto en la suba de los precios de commodities. ¿Cuál es el efecto de la guerra sobre el sector exportador? Según un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) que compara cuánto ganaban al 3 de enero de este año y cuánto comenzaron a ganar en el sector tras el inicio de la guerra, al 7 de marzo se registra que: en el caso del maíz (cotización Buenos Aires) el precio final por tonelada pasó de $23.000 a $31.500 (+37%), la soja por su parte, según la cotización en Rosario, pasó de $38570 a $49.400 (+28,1%), el trigo de $24.000 a $35.400 (+47,5%) y el girasol de $45,337,6 a $63.986,5 (+41,1%).

Estos precios generan tensiones al alza en los precios locales, e incluso desabastecimiento, en los productos vinculados a los commodities, dada la pretensión de comercializar también en el país, a precios internacionales. Un ejemplo de la tensión al alza es el precio del pan francés que en enero estaba en $200,9 el kilo y que siguiendo la evolución del principal insumo a nivel internacional, llegaría a $309,6, lo que ya se refleja en algunos comercios del rubro. El incremento mensual del pan flauta en febrero alcanzó el 7,6% y ya en las primeras dos semanas de marzo los derivados del trigo registraron un alza sensible por los precios mundiales.

Un dato trascendente es que este impacto afecta en mayor medida a los sectores de menores ingresos. Según datos del CEPA, las personas del decil 1 dedican 7% de sus gastos en farináceos, mientras que el decil 10 sólo dedica 2,1% del total de sus gastos.

Otro aspecto no menor tiene que ver con que, considerando al agro como actividad estratégica para la inserción mundial, los datos muestran que existe un apoyo de la banca pública a este sector: Banco Nación, 271.000 millones de pesos en 2020/2021 en créditos al complejo agrícola-ganadero (el 25% fue para inversión) y Banco Provincia, 191.000 millones en el mismo período. Es decir que se trata de un sector de la economía apalancado por el crédito.

Finalmente, las regulaciones como el fideicomiso privado del aceite, trigo y maíz son una buena herramienta, aunque dadas las condiciones mencionadas anteriormente habría que tener en cuenta si son suficientes para desacoplar los precios locales de los internacionales, por lo que revisar las retenciones aparece como una herramienta a considerar dada la rentabilidad extraordinaria desvinculada a una mayor inversión, producción y empleo, y derivada exclusivamente del conflicto bélico.

LA FERIA DE EL DESTAPE ►