“La producción de soja para la cosecha 2022-2023 está estimada en 33 millones de toneladas, un 25 por ciento menos que hace un año”. Este dato forma parte de un exhaustivo informe redactado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por su sigla en inglés) al que tuvo acceso El Destape y da cuenta del impacto de la sequía a través de las diferentes producciones del país. Entre los cultivos de soja, maíz y trigo, se llegaría a las 92 millones de toneladas cuando el año pasado fueron 135 millones. En función de estos guarismos, la potencial caída en las exportaciones se ubica en los 13.000 millones de dólares, información que es compartida por la secretaría de Agricultura de Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por ende, los números de la cosecha no serían los manejados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Rosario y los integrantes de la opositora Mesa de Enlace.
El trabajo elaborado por el área agrícola de los Estados Unidos ratificó el panorama productivo del país elaborado por la cartera de Agricultura, cuyo dato oficial se dará a conocer recién el 19 de abril, según adelantaron a este portal desde el área que conduce Juan José Bahilo.
Si bien el escenario es complejo por el bache de divisas que deberá cubrirse, no es todo lo dramático que señalan desde las entidades vinculadas a la actividad primaria, que utilizan la excusa de la sequía para insistir con su permanente reclamo de baja de impuestos, incluidos los derechos de exportación.
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Soja, maíz y trigo
Con un escenario de 33 millones de toneladas de soja, el sector podría aportar aproximadamente 18.200 millones de dólares de exportaciones. El informe de la USDA fue elaborado en marzo de este año y según pudo reconstruir El Destape, contó con los análisis realizados por la subsecretaría de Agricultura local. Como consecuencia de la sequía, la producción será un 20 por ciento inferior a la estimada en febrero de este año y un 25 por ciento en relación a la campaña 2021-2022.
En el caso del maíz, el horizonte productivo indica que habrá 40 millones de toneladas. Según el Departamento Agrícola de EE.UU, será un 19 por ciento menor que hace un año. En el caso del trigo, la producción total llegó a las 12,9 millones de toneladas frente a las 22 millones del año pasado, es decir una caída del 40 por ciento.
Según los datos que maneja el ministro de Economía Sergio Massa, a partir de estos tres principales cultivos se generarían exportaciones por 27.000 millones de dólares, es decir 13.000 millones menos que hace un año y no las pérdidas por 20.000 millones instalada desde el sector privado.
De todas maneras, la situación es compleja.
Reservas bajo la mira
Massa estuvo reunido el miércoles pasado con la número dos del FMI, Gita Gopinath. Luego de ese encuentro, desde Economía informaron que el organismo multilateral, cuyo directorio deberá aprobar este viernes la cuarta revisión técnica, convalidaba una potencial caída de las exportaciones del orden de los 13.000 millones.
El dato no era arbitrario sino que desde el lado norteamericano se basaba en el documento del Departamento Agrícola de ese país. A su vez, para que el Fondo convalidara este escenario también escuchó la palabra de Gustavo Idígoras, titular de la Cámara que nuclea a los grandes exportadores del país.
El Gobierno utilizó esta información para avanzar con una nueva revisión de la meta de acumulación de reservas, para lo cual será clave el nuevo “dólar agro”.
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Dólar soja
Tal como adelantó El Destape, el ministro de Economía ratificó la implementación de un nuevo dólar agro, que incluirá una cotización especial para la soja y otros productos de las economías regionales, tales como arroz, legumbres, cítricos, manzanas, peras y el vino. Con esta medida, el Gobierno pretende ordenar los diferentes tipos de cambio y espera que se adelanten divisas, principalmente de soja, con el objetivo de paliar la caída de las exportaciones como consecuencia de la sequía.
El objetivo sería alcanzar adelantos de exportaciones por 15.000 millones de dólares. Desde Agricultura indicaron a El Destape que el aporte de las economías regionales sería exiguo. “Con suerte serán 300 millones de dólares”, indicaron.
El tipo de cambio diferencial partirá de los 230 pesos convalidados con el dólar soja 2 más la inflación acumulada desde diciembre, lo que arroja un potencial valor de 300 pesos por cada segundo dólar. Es difícil que con dicho incentivo se incremente el área sembrada, por ende, funcionará más como una forma de recomponerle ganancias al sector agroexportador, al mismo tiempo en que se ganará tiempo para acomodar las reservas en el Banco Central.
Desde Economía indicaron avanzarán con la instrumentación de la medida durante el fin de semana con la idea de implementarla a partir del primero de abril.