El próximo martes 21 se reunirá por primera vez en este año el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM), donde representantes sindicales, empresariales y el Ministerio de Trabajo definirán la actualización de un salario que hoy se encuentra en $69.500. Para recuperar el poder de compra que este salario tenía al inicio de la gestión del actual gobierno nacional debería aumentar, al menos, un 18%, mientras que para recuperar todo lo perdido desde 2015 a la fecha, la suba debería llegar al 57%. Hoy es el 39% de la Canasta Básica Total para un grupo familiar de cuatro personas. El incremento de alimentos de febrero (9,8%) dificulta la pauta oficial de subas salariales en torno al 60%.
La discusión tripartita de la próxima semana estará atravesada por los datos difundidos este jueves por Indec que indican que una familia de cuatro personas –dos adultos y dos menores- necesitó en febrero $177.000 para no caer bajo la línea de la pobreza. Es decir que, si en ese hogar perciben solamente dos salarios mínimos no se llega a cubrir las necesidades de alimentación, sumado a servicios, indumentaria, transporte, entre otros.
Un informe del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) que sigue la evolución del salario mínimo señala que “en los dos primeros años del gobierno del Frente de Todos hubo en empate entre precios y salarios pero en 2022 la inflación doblegó el salario real” y remarca lo perdido en años previos ya que “durante el gobierno de Mauricio Macri se produjeron caídas superiores en tres de los cuatro años”.
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La última actualización del salario mínimo había sido de en noviembre del 2022 con un aumento del 20% en cuatro tramos: 7% en diciembre, 6% en enero, 4% en febrero y 3% en marzo de 2023.
¿Qué rol juega el SMVyM?
La nueva convocatoria al Consejo del Salario, Mínimo Vital y Móvil pone la lupa en torno a la evolución que tuvo el poder de compra de este ingreso mínimo para las y los trabajadores por su jornada laboral.
Sobre el derrotero de estos años, “el salario mínimo, vital y móvil ha sufrido un deterioro continuo en los últimos años. En 2019, último año del gobierno de Mauricio Macri, el poder adquisitivo fue 25% inferior al promedio de 2015. En 2020 el SMVM perdió un 10% adicional de su capacidad de compra, dado que el Consejo del Salario Mínimo recién dispuso incrementos desde octubre de ese año. Así, en diciembre de 2020 el nivel real del SMVM se ubicaba 32,7% por debajo del promedio de 2015”, detalla un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA-CTA).
Vale recordar que este ingreso debería asegurar el acceso a alimentación, vivienda digna, educación, indumentaria, esparcimiento y cobertura de salud para los trabajadores y sus familias.
Un informe reciente del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE) es contundente al señalar que “en marzo del SMVyM se encontrará a $40.000 del valor que tenía al dejar el gobierno Cristina Fernández”. En relación, agregan que “para recuperar el nivel que tenía entonces tendría que aumentar 57% en términos reales” en tanto que “para recuperar el nivel del inicio del mandato del Frente de Todo tiene que crecer 18%, ya que hubo un empate entre precios y salarios en los dos primeros años del mandato, pero en el tercero la elevada inflación doblegó al salario real”. Según dicho centro de estudios, desde 2003 a 2011 el salario creció en forma sostenida, alcanzando ese año el valor más alto de los últimos veinte años ($123.814 a valores actualizados). Luego comenzó a perder poder de compra y cayó estrepitosamente entre 2015 a 2019. En 2021 se observa una recuperación pero que a la fecha no logró volver a niveles previos, golpeado duramente por la inflación del último año.
MÁS INFO
Desde el lado de la representación sindical, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma) ya anticipó su postura: “vamos al Consejo del Salario en un estado de movilización porque exigimos por parte del Gobierno medidas más concretas que cambien este rumbo, porque pone la situación en términos sociales y económicos en un punto cada vez más desesperante para los sectores populares”. En esa línea, “reclamamos desde todas nuestras organizaciones un aumento de emergencia y que se reabran y se mantengan abiertas las discusiones paritarias, así como también un aumento sobre aquellos sectores de trabajadores y trabajadoras que no tengan un beneficio paritario. El aumento de emergencia es una necesidad total”.
En relación, se pone sobre la mesa el rol del salario mínimo como piso de referencia para las remuneraciones que lleve a básicos de Convenio acordes a las necesidades de las y los trabajadores. Al respecto, hoy el SMVyM es el 39% de la Canasta Básica Total ($177.063 febrero) para un grupo familiar de cuatro personas.
Es importante considerar además que este valor sirve como referencia para actualizar el programa Potenciar Trabajo, el programa Acompañar, las becas Progresar y el 82% de la jubilación mínima, por lo que tienen un papel central como referencia de ingresos que se adecúen al costo de vida real de la población.
Alimentos al alza
El costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió 11,7% en febrero, superando a la inflación del mes (6,6%). Una familia de cuatro integrantes necesitó $80.483 para para no caer debajo de la línea de indigencia. Por su arte, la Canasta Básica Total (CBT) se incrementó 8,3% y la misma familia tipo necesitó ingresos por $177.063 para no ubicarse por debajo de la línea de pobreza. La CBA acumuló un incremento de 115,1% en los últimos 12 meses y la CBT de 111,3% en el mismo período.
En febrero el rubro Alimentos del IPC tuvo un incremento del 9,8%, muy por arriba de enero pasado (6,8%), así como de diciembre último (4,8%) y casi triplicando al mes de noviembre (3,5%). Este registro superó incluso los picos de más de 7% de los meses de febrero, marzo y agosto del 2022. Hay que considerar que la suba en el precio de los alimentos condiciona, a su vez, los aumentos de la canasta básica alimentaria, y tiene mayor impacto negativo en los sectores de menores recursos que destinan un mayor porcentaje de sus ingresos a la compra de alimentos para la subsistencia cotidiana.