El presidente Javier Milei destacó este lunes la recomposición salarial frente a la merma de la inflación al asegurar que los ingresos se están empezando a imponer en la lucha contra la suba de precios. El mandatario libertario sostuvo en declaraciones radiales que "los salarios han empezado a ganarle a la inflación, eso va a significar una recomposición de los ingresos de los trabajadores". Sin embargo, los datos duros expresan una pérdida récord de los ingresos de trabajadores y trabajadoras del 34,1 por ciento desde que el libertario asumió en noviembre del año pasado hasta abril último.
Un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA-CTA) destacó que el salario mínimo, vital y móvil tuvo "un brutal descenso a partir de la asunción de la actual administración". "El valor de salario mínimo que se había fijado para el mes de diciembre quedó absolutamente por debajo del aumento de precios del 25,5 por ciento de ese mes", explicó el informe. "Pero, a su vez, cuando tardíamente se convocó al Consejo de Salario resultó claro que no había pretensiones por parte del Gobierno de recuperar el poder de compra perdido sino, por el contrario, profundizar la caída", agrega el documento.
Ante la ausencia de propuestas por parte de la representación empresaria en dicho Consejo, la Secretaría de Trabajo definió allí una suba total de 30 por ciento en tramos, que llevó el salario mínimo a 202.800 pesos desde el mes de marzo. De este modo, entre noviembre de 2023 y el mes en curso, este salario aumentó nominalmente 38,9 por ciento frente a una inflación que puede estimarse en más de 110 por ciento. Se consumó así en pocos meses una reducción real de 34,1 por ciento.
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Dadas las reducciones previas que ya habían tenido lugar, en abril de 2024 el poder adquisitivo del salario mínimo se ubica 44,7 por ciento por debajo del nivel que tenía en noviembre de 2019, al final del gobierno de Cambiemos, y 57,7 por ciento por debajo del de noviembre de 2015.
"Dado que el incremento de precios ha sido recientemente más alto para los alimentos que para el resto de los bienes y servicios, la pérdida de poder de compra del salario mínimo resulta mayor cuando se contabiliza exclusivamente en alimentos: -51,7 por ciento respecto de noviembre de 2019 y -63 por ciento respecto del mismo mes de 2015", indicó el informe de la centro de investigación de la entidad gremial.
"Si no hubiese tenido lugar la pérdida de poder de compra del salario mínimo sucedida desde fines de 2015 a la fecha, en el actual mes de abril este salario hubiese sido de casi 480.000 pesos. Tan grande es el retroceso que el valor real se ubica incluso por debajo del nivel de 2001/2002", señaló el documento.
Si se mide el salario mínimo respecto de su capacidad de compra de la canasta básica alimentaria, pasó a representar el 143,4 por ciento de esa canasta de bienes en noviembre de 2015 a 51,1 por ciento en abril de este año. Si se lo mide en la posibilidad de adquirir la canasta total, pasó en el mismo lapso de 60,7 por ciento a 23,7 por ciento.
En la comparación con las líneas de pobreza y de indigencia se evidencia el retroceso histórico. En abril el salario mínimo sólo alcanzó para adquirir poco más de la mitad de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y menos de un cuarto de la canasta de pobreza, relaciones solo comparables al peor momento de la crisis tras el estallido del régimen de convertibilidad", concluyó el informe de CIFRA-CTA.