El Banco Central Europeo (BCE) dispuso este jueves un nuevo incremento de sus tasas de interés de 50 puntos, con el objetivo de frenar la inflación en la zona del euro, la cual, desde que comenzó el ajuste monetario, comenzó una tendencia a la moderación. Se suma así a la misma decisión que tomó la autoridad monetaria británica y a la Reserva Federal estadounidense, que hicieron el mismo movimiento.
En el caso del BCRA, es el quinto incremento de tasas desde julio pasado, momento en el cual comenzó con una revisión al alza de 50 puntos y luego siguió con dos de 75, y otra de 50 en diciembre pasado. El endurecimiento del banco implicó el fin de una era de “dinero fácil” en el continente, donde las tasas llegaron a ser negativas con el objetivo de estimular la economía y evitar una inflación demasiado baja.
Esto comenzó a dar resultados pues la inflación, de la mano de la caída de los precios de la energía, pasó de un pico histórico de 10,9% anual en septiembre pasado a ser de 8,5% en el último mes de mayo. Como consecuencia, la tasa de interés para las operaciones de financiación, la de depósito y la de facilidad de préstamo subirán a 3,00%, 2,50% y 3,25%, respectivamente, desde el próximo 8 de febrero.
Durante la misma jornada, el Banco de Inglaterra (BoE) aumentó la tasa de interés base al 4 por ciento, el nivel más alto en 14 años, lo que supone el décimo aumento consecutivo en los costos de los préstamos con el objetivo de seguir conteniendo la inflación. Así, se movió en el mismo sentido que la Reserva Federal de Estados Unidos que decidió el miércoles aplicar una suba de la tasa, aunque menor a la aplicada en meses anteriores, y la llevó al rango 4,50-4,75 por ciento.
La inflación de Reino Unido bajó en diciembre al 10,5 por ciento, aunque sigue en su nivel máximo en 40 años. El aumento de la tasa de interés busca precisamente combatir la inflación. Los bancos ahora tendrán que pagar una tasa más alta por el dinero que reciben del banco central, lo que significa que los préstamos a los consumidores y a las empresas serán más caros.
Esto significa que, si bien puede aumentar los costos de endeudamiento y agregue más presión a muchos hogares que ya tienen problemas para enfrentar los costos de la vida por las suba de las hipotecas, también puede ayudar a mantener bajos los precios de los bienes y servicios.
El puntapié inicial lo dio la Reserva Federal estadounidense, quien el miércoles anunció un aumento menor del tipo de referencia para los préstamos, debido al enfriamiento de la inflación, al tiempo que señalaba que la batalla para frenar los costes no ha terminado. La subida de un cuarto de punto del Banco Central de Estados Unidos sitúa el tipo de interés en un rango objetivo de entre el 4,5 y el 4,75 por ciento.
En una declaración, los funcionarios de la Fed repitieron el lenguaje que han utilizado desde marzo que dice: “los aumentos en curso en el rango objetivo (de tipos de interés) serán apropiados”. Esto se considera una señal de su intención de volver a subir el tipo de interés de referencia en su próxima reunión de marzo, y quizá también en mayo. La subida de la Fed se anunció un día después de que el Gobierno informara de que los salarios y las prestaciones de los trabajadores estadounidenses crecieron más lentamente en los tres últimos meses de 2022, la tercera desaceleración consecutiva.