A un mes de presentar un presupuesto de recortes de impuestos, que provocó tensiones en el mercado británico de bonos y a los fondos de pensiones, el Gobierno del Reino Unido anunció que dará marcha atrás sobre el recorte en impuesto. El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, sostuvo este lunes que las líneas maestras del plan fiscal a medio plazo que pretende el equilibrio presupuestario del país se mantendrán y quedan sin efecto los cambios presentados, que implicaban un alivio fiscal de 32.000 millones de libras (37.000 millones de euros).
Los tironeos comenzaron hace diez días, cuando Kwasi Kwarteng, antecesor de Hunt hasta hace unas semanas al frente del Ministerio de Economía, anunció que el Gobierno bajaría el impuesto sobre la renta a partir de abril próximo y recortará el impuesto sobre la compra de viviendas en Inglaterra e Irlanda del Norte, como parte de un plan de crecimiento para estimular la economía.
El plan contemplaba una reducción del "tipo básico del impuesto sobre la renta al 19 por ciento en abril de 2023, un año antes (de lo previsto)", lo que implica un recorte fiscal para más de 31 millones de personas en apenas unos meses. Por su parte, se abolía la tasa más elevada del 45 por ciento de ese impuesto. “Esto simplificará el sistema fiscal y hará que el Reino Unido sea más competitivo”, señalaba Kwarteng.
Asimismo, se rebajaba el impuesto sobre la compra de vivienda (el llamado “stamp duty”) en Inglaterra e Irlanda del Norte, elevando a 250.000 libras (278.050 dólares) el precio de la vivienda a partir del cual se ha de pagar ese tributo. En el caso de las personas que compren propiedad por primera vez, el umbral se elevará de 300.000 libras a 425.000 libras (de 333.000 dólares a 472.000 dólares).
También se hubiese eliminado el incremento previsto del impuesto de sociedades y se erradicará el actual límite a los bonus que perciben los banqueros. También se planteó que el reciente aumento de la contribución a la seguridad social determinado por el anterior administración se revertiriría a partir del 6 de noviembre.
La noticia llevó a un fuerte desplome de los bonos británicos, así como de la libra esterlina. Luego de conocerse que Kwarteng daría marcha atrás en su intención de eliminar el tipo impositivo del 45 por ciento, los precios recuperaron posiciones. El jueves 3 de octubre estaba previsto que Kwarteng se reuniera con los líderes del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, después de que la institución monetaria le señalara que los recortes de impuestos amenazan con causar "problemas" a la economía del Reino Unido.
La primera ministra, Liz Truss, enfrentaba así una revuelta abierta dentro de su propio partido, después de presentar un presupuesto de recortes de impuestos que pretenden ser financiados con más deuda, y que ha provocado el ocaso en el mercado británico de bonos y ha puesto contra las cuerdas a los fondos de pensiones.
Truss y Kwarteng afirmaron en reiteradas ocasiones que los recortes son necesarios para que la economía crezca, a pesar de que los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por sus siglas en inglés) dan cuenta que el Producto Interior Bruto (PIB) del país se contrajo en agosto, cayendo un 0,3 por ciento hasta su nivel más bajo desde diciembre.
Finalmente, la semana pasada Kwarteng confirmó que Truss le pidió que dejara su puesto de ministro de Hacienda del Reino Unido, luego de semanas de turbulencias en el mercado provocadas por el paquete masivo de recortes de impuestos no financiados que anunció el mes pasado. Hunt lo reemplazó.
El nuevo ministro Hunt sostuvo este sábado que el plan fiscal presentado hace tres semanas por su predecesor, Kwasi Kwarteng, contenía “errores” que serán subsanados en una nueva versión que él mismo anunciará el 31 de octubre.
Este lunes Hunt anunció que, además de la decisión comunicada el pasado viernes por la propia Truss de dar marcha atrás en el plan para rebajar el impuesto de sociedades al 19 por ciento desde el 25 por ciento, anula "de manera indefinida" la rebaja prevista del 20 por ciento al 19 por ciento a partir de abril de 2023 de la banda básica del impuesto sobre la renta, a fin de reducir el endeudamiento público.
También que las ayudas para limitar el precio de la factura energética para empresas y hogares introducidas este mes y que debían durar dos años se restringirán al inicio del nuevo ejercicio fiscal en abril, afirmó Hunt en un discurso televisado. El flamante ministro de Economía precisó que se cancelará asimismo el recorte previsto de 1,25 puntos porcentuales del impuesto sobre los dividendos así como las compras exentas del IVA para los visitantes extranjeros.