En el marco de la pandemia de coronavirus, más de 20 mil empresas cerraron el año pasado en la Argentina y se perdieron unos 100 mil puestos de trabajo formales, según surge de un análisis de los datos de la AFIP realizado por la consultora Ecolatina. En un informe titulado "PyMEdemia: Argentina, con menos empresas que hace diez años", la consultora económica señaló que el saldo de la pandemia está siendo la pérdida de aproximadamente 20 mil unidades productivas (-4%), junto con la destrucción de 100 mil puestos formales de trabajo (-1,6%).
El segmento más afectado son las proveedoras de servicios: el 95% de las firmas que cerraron pertenecían a este rubro, representando una caída de 5%. De esta forma, la plaza total de empresas se redujo un 4,2% y volvió a los niveles de 2008, de acuerdo con datos de la consultora Ecolatina. No obstante, en la primera mitad del año, tanto el consumo como la inversión mostraron algunas señales de reactivación. El primero, alentado por la recuperación de parte de los puestos de trabajo perdidos en 2020, y la segunda por la obra pública y el impulso privado a la construcción.
"En la primera mitad del año, tanto el consumo como la inversión mostraron algunas señales de reactivación. El primero, alentado por la recuperación de parte de los puestos de trabajo perdidos en 2020, y la segunda por la obra pública y el impulso privado a la construcción. A pesar de estas mejoras, la cantidad de empresas, una variable clave para pensar no sólo en el crecimiento actual, sino también en el futuro, no está logrando seguirle el paso", asegura el documento de la consultora.
Durante el año pasado, más de 20.000 empresas cerraron sus puertas, según los números de AFIP. En los últimos años, se observaron tres etapas bien diferenciadas en esta variable: entre 2003 y 2011, la cantidad de empresas del sector privado formal saltó 60%, ayudada principalmente por una economía pujante. Entre 2012 y 2018, el estancamiento del PBI tuvo en su correlato en la cantidad de firmas, que permaneció invariante. Finalmente, entre 2018 y 2019 cerraron cerca de 18.000 empresas netas (-3,9%).
En la actualidad, la cantidad de firmas está en los niveles del primer año del primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2008) y, si bien la cantidad de trabajadores creció 6% desde entonces, la población habría saltado alrededor de 15% en el período. Por eso no alcanzó para absorber a todos los nuevos ingresantes al mercado laboral. Según Ecolatina, "las cifras de desempleo de entonces son poco fiables, de modo que no son comparables con las de hoy en día".
Excluyendo del análisis a las firmas unipersonales (asociadas al cuentapropismo), más de la mitad del total emplea a menos de 25 trabajadores formales. Sin embargo, estas empresas explican menos de 1 de cada 3 empleos. A la vez, estas firmas pagan salarios un 35% más bajos que la media, que se encuentra “inflada” por las empresas grandes que remuneran mejor.
Sin un crecimiento sostenido de la cantidad de empresas, pequeñas, medianas y grandes, dedicadas a bienes y a servicios, es muy difícil proyectar una recuperación sostenida del empleo y la economía, alertó la consultora. El stock de empresas es un buen indicador, no sólo de la dinámica actual sino también del futuro. "En una economía pujante con opciones de inversión, se abrirían empresas, en tanto el sector privado se mostraría dispuesto a asumir riesgos y emprender nuevos proyectos, confiando en su rentabilidad", indicó Ecolatina.