La caída de todos los activos financieros a nivel global no dejó al margen del derrotero a las materias primas, en particular a las alimentarias. El más importante, por el impacto para la economía argentina, es la cotización de la soja y el trigo, que -luego de perder hasta dos dígitos- cerraron con leves retrocesos, en promedio de 1,5 por ciento, con miras a continuar una baja que ya acumula un 10 por ciento en los últimos diez días. Todo dependerá de si la Reserva Federal suba o no la tasa de interés, que se mueven a contramano de los precios de los commodities.
Tras tocar bajas de hasta dos dígitos, el precio de las materias primas lograron morigerar la caída a la espera de que la Fed anticipe la baja en la tasa de interés y descomprima los mercados. "En este escenario se esperaría que baje el costo del financiamiento y una probable depreciación del dólar frente a otras monedas, lo cual implicaría una suba en los precios de commodities medidos en esa moneda", señalaron este medio desde la consultora Quantum.
El precio de los commodities está afectado por distintos factores, como el climático el ciclo económico y el valor del dólar en los mercados internacionales. Con cosechas que se esperan de buen rinde en Brasil y Estados Unidos, los commodities, especialmente la soja, está reflejando el valor del súper dólar producido por la alta tasa de interés que viene convalidando la Reserva Federal como política para reducir la presión inflacionaria, acompañada por un proceso de recuperación de la economía mundial.
Estos dos factores parecen revertirse a partir de decisiones tomadas por Japón y datos de la la marcha de la economía de Estados Unidos, que pueden anticipar una baja de la tasa de interés para esta o la próxima semana cuando recién se esperaba para septiembre. El impacto en la Argentina de una caída de las materias primas alimentarias será negativo y profundizará la crisis económica, no solo por un menor ingreso de divisas, sino también por una menor recaudación.
Sin tomar en cuenta la sequía del año pasado, la liquidación actual se ubica cerca de sus mínimos históricos. Mientras el Gobierno apela a intervenir en el mercado del dólar de contado con liquidación para bajar la brecha respecto del tipo de cambio oficial y reducir las expectativas de devaluación. termina por generar un precio (dólar blend) menos atractivo para el campo, que así probablemente vuelva a ralentizar su ritmo de liquidación.
El campo recibe actualmente una cotización por su liquidación que está compuesta en un 80 por ciento por dólar oficial y 20 por ciento por contado con liquidación. Este valor se contrajo a partir de la intervención oficial que bajó artificialmente el dólar financiero. Ahora, el exportador verá un menor valor en el precio del grano, potenciando la "espera".
Así, el Gobierno, que mantiene el tipo de cambio como ancla inflacionaria, resigna una mayor acumulación de reservas, lo que le da menos elementos para enfrentar una eventual nueva corrida cambiaria (como las de un mes atrás), acrecentando el riesgo de una devaluación fuerte. También resigna recaudación, en particular por retenciones.
La recaudación en julio cayó 10,2 por ciento en términos reales, empujada por una fuerte merma de la acumulación por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) -producto de la caída del consumo-, y prácticamente lo único que la sostuvo fue un aumento del 186,8 por ciento del Impuesto País, según informó el ministerio de Economía.
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Las exportadoras de cereales y oleaginosas liquidaron en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) cerca de 2311 millones de dólares. Este dato corresponde solamente al 80 por ciento de las ventas realizadas por el sector ya que el restante 20 por ciento se canaliza a través del segmento contado con liquidación. Bajo este mecanismo, conocido como dólar blend, las cerealeras habrían volcado durante julio en el CCL cerca de 600 millones de dólares, cifra que se suma a los 230 millones utilizados por el BCRA para intervenir y bajar la brecha con el tipo de cambio oficial.
Los grandes productores sojeros volvieron a ralentizar la venta de granos como un mecanismo de presión que les permita aumentar su rentabilidad vía devaluación. Consultoras privadas anticipan que habría n silobolsas cerca de 26 millones de toneladas, que al valor actual de 377 dólares (Mercado de Chicago) arroja un saldo pendiente de 10.000 millones de dólares. Este lunes llegó a operar por debajo de los 370 dólares.