En las últimas horas se instaló la versión de que el derrumbe en los precios de los títulos públicos atados a las inflación (bonos CER), que se inició el miércoles pasado y se extendió hasta este martes, se explica en buena medida por la venta de bonos indexados por parte de Enarsa para el pago de embarques de gas natural licuado (GNL), pese a que la empresa estatal no cuenta con ese tipo de activos.
Frente a una baja de hasta 10 por ciento en un solo día, algunos analistas posaron la mirada en Energía Argentina (IEASA), la empresa que controla Enarsa y estará a cargo del Gasoducto Néstor Kirchner, que entre miércoles y jueves realizó un rescate por 9100 millones de pesos de un fondo común de inversión del Pellegrini, la administradora del Banco Nación.
La hipótesis de que esta corrida se inició por el rescate del miércoles a fondo de Pellegrini carece de sentido, porque es un fondo que no tienen exposición al CER (activos subyacentes ajustados por inflación.
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Una simple visita por la página oficial del Banco Nación, donde se promocionan este tipo de Fondos, permite analizar su composición por tipo de inversión incluída. Allí se evidencia que el 78 por ciento está compuesto por títulos públicos con tasa fija y menos de un 7 por ciento representa bonos ajustados por el CER (inflación). "Además, las salidas de fondos CER estuvieron muy distribuidas a nivel de gerentes", explican en un informe que una consultora privada envió a sus clientes y al que accedió El Destape.
Ante la evidencia y la explicación de la propia empresa, los rumores continuaron por el mismo carril y buscaron, no solo culpar a Enarsa de la caída de los bonos sino también atizar la interna entre el Ministerio de Economía y la Secretaría de Energía. Desde IEASA confirmaron que los fondos obtenidos del restate fue sobrefondos comunes Pellegrini y plazos fijos del Banco Nación. La empresa de Enarsa no opera bonos en forma directa, sino que suscribe cuotaparte de fondos. "Es una operativa convencional. Enarsa no opera bonos directamente, sí fondos de inversión y plazos fijos. No operamos bonos CER, mal podría vender bonos que no tenemos", comunicó Enarsa.
Descontado este movimiento financiero, no parece haber un driver claro que explica la baja en los precios de los títulos en los últimos días, salvo alguna presión del mercado. Este miércoles rebotaron casi 3 por ciento.
Las cifras oficiales dan cuenta que el sector público, los bancos, los FCI y las compañías de seguro explicaron el 85 por ciento de la demanda en las licitaciones del Ministerio de Economía el año pasado. "Esto significa que casi toda la tenencia de títulos en pesos está en el universo "regulado". Sin embargo, esta corrida contra la deuda (que se fue profundizando con los días) se disparó incluso antes de que se vuelvan masivos los rescates en FCI", señala la consultora 1816.
El miércoles pasado se fueron 13.000 millones de pesos de fondos CER y al día siguiente, otros 29.000 millones. El viernes el Banco Central y la ANSES recompraron parte de los bonos CER que se vendían en el mercado y lograron establecer un precio sostén, aunque eso amplió la brecha cambiaria entre el dólar oficial y las variantes financieras."El Gobierno tiene 'balas' para enfrentar esta corrida. Puede comprar títulos en el secundario (algo que no tiene límite en el acuerdo FMI), puede girar más Adelantos Transitorios, puede modificar las licitaciones de Leliq (para impulsar a los bancos a pasarse a Ledes), entre otras cosas", señala el informe especial de la consultora.
“Esta hipótesis es una hipótesis falsa porque la salida que tuvo lugar a partir de la necesidad que tenía Enarsa para pagar algunas cosas fue sobre fondos con liquidez donde colocan dinero para que, cuando necesitan, rescaten y al día siguiente tengan la plata. Esos fondos no tienen instrumentos indexados porque estos liquidan con plazos más largos”, explicó el director del Banco Central, Agustín D'Attelis, quien consideró los rumores como una "manipulación que busca desestabilizar".