El mercado le puso un piso a la tasa de interés que paga el Tesoro para renovar el stock de deuda en pesos y empieza a presionar para que aumente en un contexto de dificultades de la administración del presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo de convencer a los inversores sobre la sostenibilidad de la política monetaria y cambiaria.
Esta semana nuevamente la Secretaría de Finanzas no logró renovar el vencimiento de deuda y quedarán líquidos en el mercado $1,43 billones de pesos, que desde la semana próxima empezarán a presionar sobre el mercado secundario.
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En principio, se espera que la mayor parte se coloque en las Letras Fiscales (LeFi), el instrumento de absorción de pesos que administra el BCRA pero cuya cuenta de intereses paga el Tesoro, en un decisión de los bancos de privilegiar la liquidez frente a una mayor demanda de los ahorristas.
Esa demanda es la que después se refleja en la presión sobre el dólar financiero, que en las últimas jornadas obligó a intervenciones diarias del BCRA para evitar que se dispare la brecha con el oficial. La licitación de esta semana dejó también una suba de tasas, por ahora considerada marginal pero que se ubicó tanto por encima de la licitación previa como la que se operaba en el mercado secundario.
Finanzas necesitaba renovar $6,6 billones y solo logró colocar $5,20 billones, dejando la liquidez de $1,43 billones en el mercado. Pero de las colocaciones, prácticamente la mitad fue al menor plazo disponible, 28 días, una Lecap que vence el 14 de marzo y que absorbió $2,53 billones a una tasa efectiva mensual (TEM) de 2,57%.
Cuestión de tasas
Las tasas en el mercado secundario se ubicaron en los últimos días en el rango de 2,1% a 2,2%, muy por debajo de la LeFi, de 2,4% mensual. En lugar de bajar la tasa de política monetaria (para evitar presión al dólar), el Tesoro decidió pagar arriba de 2,5% TEM en el tramo corto y aún así solo pudo rollear menos del 80% del vencimiento.
La Lecap a 28 días, frente al compromiso de mantener una tasa de devaluación de 1% mensual, deja una renta mensual de 1,6% en dólares a todas las empresas y entidades que operan en el mercado mayorista de cambio, donde le venden los dólares al BCRA que se compromete a devolverlos también a valor oficial.
Esa ganancia extraordinaria es la que generó el endeudamiento en divisas del sector privado, del orden de los US$20.000 millones entre los créditos del sistema financiero y la colocación de Obligaciones Negociables, que fue posible por el incremento de los depósitos en dólares de los ahorristas que permitió el blanqueo de capitales.
El blanqueo sumó US$15.225 millones a los depósitos del sector privado en dólares, llegando a un stock de US$34.592 millones. Pero desde esos máximos se fueron del sistema u$s 3.937 millones. El goteo de los depósitos se profundizó en las últimas jornadas y según la consultora 1816 bajaron US$865 millones en las últimas 10 ruedas. La consultora atribuye esa caída a tres razones: retiros de efectivo por ventanilla en las sucursales bancarias; pagos de tarjetas (en enero el saldo de deuda de tarjetas en Dólares superó los máximos históricos de 2018), y uso de saldos de Dólar MEP de importadores (algo permitido por el BCRA sin perder acceso al MULC desde fin de noviembre con la Com "A" 8133).
“Mientras caen los depósitos en dólares, los préstamos en moneda extranjera no dejan de crecer y siguen explicando la totalidad de las compras del Central en el MULC desde mediados de agosto”, consideró. La consultora advirtió que “hasta el momento los incentivos fiscales (la baja de retenciones es temporal y se revierte en jul-25) y financieros (la diferencia entre la tasa en moneda local y el ritmo del crawl) no parecen motivar a los productores a terminar de ponerle precio a los stocks de la campaña 23/24”.
Después del pago de la deuda del 9 de enero, el Banco Central compró hasta el 7 de febrero US$1.711 millones pero las reservas brutas bajaron US$2.015 millones por pagos de deuda al FMI, caída de encajes en dólares y la intervención en el mercado financiero donde 1816 estimó que se vendieron US$722 millones.
El febrero todavía queda una licitación para renovar la deuda en pesos por $2,7 billones el miércoles 26, pero el test llegará en marzo cuando se acumulan vencimiento por más de $12,4 billones, que Finanzas intentará renovar en las licitaciones del 12 de marzo por $4,6 billones y el 27 por $7,8 billones.
Si para entonces Milei y Caputo no logran desactivar las expectativas de devaluación que se instalaron a partir del debate que generó el propio Gobierno sobre el nivel de tipo de cambio, la presión para subir la tasa será mayor y si no se convalida crecerá la presión sobre los dólares financieros y la brecha con el oficial, amenazando el centro de la política oficial: la idea de que la inflación está controlada.