Luego de haber fijado una serie de condicionamientos y emprender una negociación sin precedentes en el mercado, el Gobierno aprobó la propuesta de desinversión hecha por la empresa Disney para poder fusionarse con Fox. De esta manera, el gigante de los entretenimientos acordó traspasar a un nuevo competidor todos los derechos y contenidos: el Grupo Mediapro. Ahora, las compañías tendrán un plazo de seis meses para readecuar los contratos que regulan la transmisión de contenidos, entre los que se destacan la Copa Libertadores y la UEFA Champions League.
La noticia marcará un cambio drástico en el mapa de medios privados que comercializan los derechos de televisación de los principales contenidos deportivos. La Secretaría de Comercio Interior -tras la gestión de la Comisión de Defensa de la Competencia (CNDC)- avaló la oferta de Disney, que consiste en la venta los canales básicos de TV por cable denominados “Fox Sports” con la totalidad de los derechos correspondientes a los contenidos que se transmitían por estas señales básicos al momento de la fusión. La totalidad de los derechos serán traspasados a Mediapro, una compañía multinacional de origen español, con mayoría de capitales chinos. El Grupo Mediapro es uno de los conglomerados audiovisuales más importantes de Europa con presencia en todo el mundo a través de 55 centros de producción en 36 países.
Los contenidos cedidos son: la Copa CONMEBOL Libertadores de América, la UEFA Champions League, la NFL, la MLB, la Formula 1, la UFC, la WWE, la Premier Boxing Champions, la Liga ACB Basketball, la World Rugby Sevens y, la ATP World Tour 250 – ATP Córdoba.
Tanto Disney como Fox se encuentran activas principalmente en la producción y licenciamiento de contenido audiovisual para televisión, salas de cine y otros medios alternativos, la operación y comercialización de señales de televisión y el licenciamiento de derechos a fabricantes de productos de consumo. La CNDC objetó la fusión anunciada en 2019 a partir de identificar potenciales efectos de concentración en el mercado de señales deportivas básicas.
De haberse concretado la fusión, Disney hubiese obtenido el 64% del mercado, controlando siete de las nueve señales deportivas básicas. Además, se hubiera incrementado su poder de negociación al controlar una gran cantidad de señales incluyendo algunas de gran interés para la audiencia. Quien conduce los destinos de la compañía en Argentina es Diego Lerner, íntimo amigo del expresidente Mauricio Macri.
Las propuestas de desconcentración presentadas por Disney a principios de año no resultaron suficientes para mitigar los problemas de competencia que generaba la operación. Por este motivo, la CNDC emitió un Dictamen condicionando la fusión al cumplimiento de los siguientes ítems:
- Generar una señal sustituta en el abono básico que ofrezca contenidos de interés para las y los espectadores.
- Transferir a otro operador los principales eventos deportivos en vivo que contenía Fox Sports.
- Dar de baja las tres señales deportivas Fox Sports.
¿Cuáles fueron los condicionamientos?
- Extender los términos y condiciones comerciales vigentes previos a la operación.
- Ofrecer señales sin empaquetamiento.
- Eliminar la exigencia de cantidades mínimas de abonados.
- El costo de las señales premium para los cableoperadores no podrá superar los ingresos por el mismo.
- Disney no podrá trasmitir los eventos transferidos por un plazo de 5 años.
Disney dio el brazo a torcer
Con la presión latente de una posible retransmisión de sus contenidos a través de señales de TV abierta, Disney flexibilizó su postura y se desprendió de los principales contenidos deportivos en vivo del abono básico de Fox, así como también de la marca Fox Sports. Quien entró a esta negociación fue Mediapro de la mano de Disney, grupo líder en el sector audiovisual europeo, que trasmitirá los eventos adquiridos bajo la marca Fox Sports en Argentina. La inversión inicial para ingresar en el mercado argentino es cercana a los 30 millones de dólares anuales, destinados a adquirir los derechos cedidos por Disney. Adicionalmente, deberá invertir en generar su producción propia de contenidos, como mínimo en los próximos cinco años.
Ahora comenzará un proceso donde Disney y Mediapro se sentarán a la mesa para dialogar con los operadores de cable que distribuyen señales a lo largo del país. Cabe señalar que la firma estadounidense también deberá emprender una retracción de los contratos de todas su señales al momento previo a la fusión. De esta manera, los costos de contratación de los cableros podrían disminuir en el mediano plazo, lo cual aliviaría el precio final que pagan los consumidores.
Para evitar controversias, la CNDC se encargó de descartar cualquier tipo de vínculo comercial entre Disney y Mediapro. El agujero jurídico que aparece en el horizonte y que deberá ser sorteado por ambas partes es que el emporio de los parques de diversiones cuenta con la plataforma digital Star Plus. En concreto, el dictamen del organismo competente que trabajó sobre la operación abarca solamente la transmisión por televisión paga debido al marco legal existente.
La especulación surge a partir de que Disney podría liberar contenidos en el cable a otro competidor, pero podría mantenerlos en su plataforma Star Plus, cuyo costo de contratación es inferior a cualquier abono básico de TV paga. En principio, no tendría sentido económico que Mediapro acepte este condicionamiento, pero serán las semanas venideras las que decreten la resolución final de esta negociación.