Previo al road show de gestión que realizará el designado ministro de Economía Sergio Massa por distintos centros financieros del mundo, los contactos con el mundo de las Finanzas comenzaron hace días. Según pudo saber El Destape, a manos del próximo asumir titular de la cartera económica recibió propuestas de tres gigantes de la banca financiera globales, entre ellos el JP Morgan, para poner a disposición una entre 1000 y 3000 millones de dólares a través de una operación de intercambio de títulos.
La medida permitiría bajar las tensiones cambiarias y sus efectos en la inflación. La intención de Massa para bajar el nivel de suba de precios se enfoca superar la dificultad que encuentra el país para sortear la restricción externa. Con niveles elevados de importación de energía, el Banco Central frenó un volumen elevado de importaciones, lo que obligó a muchas empresas a acudir a los dólares paralelos pasando a precios del producto ese sobre-costo.
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Un shock de ingreso de divisas es esperado por el Gobierno, con el objetivo de ir abriendo el grifo del mercado oficial a los importadores y empresas que requieren comprar insumos en el exterior al tipo de cambio mayorista y avanzar en una retracción de los precios a valores previos a la corrida cambiaria de las últimas semanas.
Para ir de lo general a lo técnico, la propuesta es darle financiamiento fresco a la Argentina a partir de una operación en la que se le entrega como garantía títulos públicos. Se trata de una operación de pase de activos, que se conoce como REPO, con la salvedad de que se tomarán los títulos al valor de mercado más un aforo (un plus de financiamiento extra).
Este tipo de créditos se realizan por plazos cortos, no superan los seis meses, e involucraría en ese lapso hasta unos 3000 millones de dólares. Se conoce como operación repo a aquella operación en la que se compran (o se venden) al contado Letras del Tesoro por su valor de mercado y, en la misma operación, se pacta la reventa (o recompra) de dichas Letras al finalizar un plazo establecido, y por un precio prefijado. Ese plazo no supera el medio año, lo cual le permite al Banco Central tener una inyección de dólares ahora, en momentos de difícil acumulación de reservas.
El ofrecimiento de los bancos internacionales es que se tome el valor de mercado, donde papeles como el AL35, célebre por usarse para hacer contado con liquidación, hoy vale 25 dólares por lámina nominal de cien. Además, ofrece un aforo (extra por encima del financiamiento). Es decir, el fondeo extra y la operación podría también utilizarse como una forma indirecta de que el Estado recompre parte de su propia deuda y así bajar las presiones de vencimientos de corto plazo.
Un efecto colateral de esta operación, explican fuentes oficiales, impactará positivamente en riesgo país que, casualmente, lo elabora el JP Morgan. La relación con el mercado parece comenzar a aceitar antes de que se coloquen todos los engranajes.