Se desacelera la inflación en China tras meses de escalada

12 de enero, 2022 | 11.15

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de China, el principal indicador de la inflación, presentó una desaceleración en diciembre al marcar un 1,5% anual, informó hoy la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), tras meses de suba.

Las presiones inflacionarias se aliviaron en el ultimo mes del año con una inflación al consumidor que alcanzó 1,5% interanual (el nivel más bajo desde agosto), frente al 2,3% registrado en noviembre.

Por su parte, la institución también dio a conocer el dato del índice de Precios a la Producción (IPP), medidor de la inflación mayorista, que registró 10,3% a comparación del 12,3% del mes anterior.

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Anualizados, los precios mayoristas cerraron el 2021 con un 8,1% de incremento, mientras que los valores al consumidor presentaron un alza de 0,9%.

El propio gobierno chino tomó medidas de intervención para reducir los precios en las industrias, incrementando la oferta de ciertos commodities claves, y tomando medidas contra la especulación en los valores.

En tanto, la moderación en los precios al consumidor se vio motivada por la baja en los alimentos (de 1,2%), especialmente en la carne de cerdo, que cayó 37% durante diciembre.

Del mismo modo, cayeron 0,8% los precios en el sector de alojamiento, tras las nuevas restricciones frente al coronavirus; mientras que, por el contrario, los precios de las naftas subieron 22,5%.

Ambos índices presentaron cifras menores a las previstas por los economistas, según la agencia Bloomberg.

Por su parte, según declaraciones a la agencia de noticias DPA de Sheana Yue, analista de Capital Economics, la inflación se seguirá manteniendo por debajo del 2% “durante la mayor parte de este año”.

La menor inflación podría motivar al Banco Popular de China (el banco central de ese país) a definir un recorte en las tasas de interés de referencia, el primero desde abril de 2020, luego de reducir los encajes requeridos a los bancos inyectando así mayor liquidez al sistema financiero en el último mes.

Las autoridades chinas, frente a un 2021 ambivalente donde la economía local presentó los primeros signos de desaceleración, prometieron pasar a una política más procíclica para motorizar el crecimiento durante este nuevo año.

La segunda economía del mundo fue afectada durante el año pasado por los problemas energéticos (ya mayormente superados), la estrategia de cero-tolerancia contra el coronavirus que impactó en la movilidad y el consumo privado; así como las nuevas regulaciones que derrumbaron al mercado de propiedades, con muchas de sus empresas del sector, como Evergrande, fuertemente endeudadas y al borde de la quiebra.

Según Qi Gao, especialista en divisas en Scotiabank, China podría definir una reducción en la tasa para préstamos de mediano plazo tan pronto como la próxima semana.

Goldman Sachs y BNP Paribas, entre otros bancos de inversión, también descuentan que China reducirá las tasas; una estrategia contraria a la que llevará a cabo este año la Reserva Federal estadounidense (FED) que, frente a una inflación que marcó máximos en cuatro décadas, prevé realizar tres subas en las tasas para este año.

No obstante, la economía china continúa amenazada en diversos frentes, incluyendo la nueva variante Ómicron que obligó, en las últimas semanas, a establecer cuarentenas masivas en diversas ciudades del país asiático, a días de celebrarse los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing.

En ese marco, el Banco Mundial en su informe de “Perspectivas Económicas Globales”, al igual que con Estados Unidos, definió ayer recortar el crecimiento previsto de China para este año de 5,4% a 5,1%.

Del mismo modo, Goldman Sachs recortó su previsión de 4,8% a 4,3% debido a la dificultad del país en controlar a la nueva variante Ómicron y el impacto que tendrán las restricciones durante este primer trimestre del año.

Con información de Télam