El financiamiento al sector privado volvió a caer en marzo, en línea con la última suba de la tasa fijada por el Banco Central ante el aumento de la inflación. En los últimos 12 meses, el crédito acumuló una baja del 13,8% en términos reales, según el Informe Monetario publicado por la autoridad reguladora. La política de altas tasas de interés como mecanismo para combatir la inflación, de acuerdo al manual que aplica el Fondo Monetario Internacional (FMI), impacta de lleno en la actividad económica. Ante el próximo dato del IPC, que podría ubicarse por arriba del 7%, el directorio del BCRA deberá decidir si vuelve a modificar esta variable clave para la economía.
El mes pasado, la autoridad monetaria aumentó la tasa de interés en tres puntos porcentuales. De esta manera, la remuneración para los plazos fijos quedó establecida en un 78%. “La suba es necesaria para defender el valor de la moneda”, había explicado Sergio Woyecheszen, director del Banco Central, ante una consulta de El Destape. Lo esperable ante una política de tasas altas sería un incremento en la constitución de los plazos fijos. En marzo, el crecimiento fue del 0,6 por ciento.
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La contrapartida de este escenario es el enfriamiento de la actividad económica, aspecto reconocido por el propio FMI ante su análisis sobre la suba de tasas por parte de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo. El titular del BCRA, Miguel Pesce, entiende que si la inflación de marzo supera el 7%, el FMI insistirá para que haya una nueva suba.
Declive
“Durante marzo los préstamos en pesos al sector privado medidos en términos reales y sin estacionalidad registraron una nueva contracción mensual del 0,3%, acumulando nueve meses consecutivos de caídas”, puede leerse en el último Informe Monetario.
Con este resultado, el crédito a los sectores comerciales y productivos acumula una merma de casi un 14% en términos reales durante los últimos doce meses. Desde la autoridad monetaria argumentaron que ante una posible suba de la tasa de interés no habría un impacto en los niveles de actividad debido a la baja participación del financiamiento en relación al PBI, actualmente ubicado en el 6,2%.
Es cierto que el crédito privado es muy bajo en relación al producto, pero podría seguir una senda decreciente. En marzo, las líneas con destino comercial registraron una caída interanual del 10,3%.
En este escenario, la contracción del financiamiento para las micro, pequeñas y medianas empresas fue del 8,3% interanual mientras que para las grandes empresas la retracción fue del 12,8%, resultados muy similares a los registrados durante febrero. Este resultado ocurrió a pesar de que la última modificación del BCRA excluyó a los sectores productivos.
El otro impacto negativo tiene que ver con el encarecimiento del financiamiento al consumo a través de las tarjetas de crédito. El mes pasado, se registró una baja del 0,9% mensual y del 12,3% interanual.
“Los préstamos personales exhibieron una caída de 1,7% mensual y se ubican un 18,8% por debajo del nivel registrado un año atrás”, concluyó el informe monetario.
Debate
Según las estimaciones realizadas en el Banco Central, la inflación de marzo podría ubicarse por arriba del 7%. De confirmarse este escenario, el Fondo Monetario Internacional presionará para que la autoridad monetaria vuelva a subir la tasa de interés para los plazos fijos y las Leliqs.
“El FMI te pide todo el tiempo que reacciones”, grafican desde el equipo económico. Los posibles riesgos de “una súper tasa” se acrecientan, ante un escenario de posible estancamiento económico para este año con una inflación de casi el 90%, según el último reporte global del FMI.