La eliminación del impuesto PAIS, hace ya más de un mes, trajo efectivamente una baja de precios en los productos traídos del exterior, certifican los importadores, pero también generó una renovada preocupación en la industria local que, pese a beneficiarse por los insumos más baratos, también sigue perjudicándose por el atraso cambiario y la falta de reactivación.
Después de cinco años de vigencia, este tributo, que gravaba la compra de divisas tanto para ahorro como para la importación de las empresas, dejó de existir el 23 de diciembre pasado. La expectativa del Gobierno con la medida era que, pese a su costo fiscal, ayudara a acelerar el proceso de desinflacionario. Esto se debe a que el impuesto incluía una alícuota del 7,5% para la adquisición de cualquier flete en el exterior, y una del 25% para la adquisición de cualquier servicio fuera del país.
Tras más de un mes, el sector importador comprobó que la esperada baja de precios en productos traídos del exterior realmente se produjo. Al ser consultado por este punto, Federico Rodríguez, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio Exterior de la República Argentina (FECACERA) precisó a El Destape que "efectivamente observamos bajas de precios en productos importados y también nacionales con componentes importados debido a varios factores" durante el último mes.
Al respecto, Rodríguez explicó que hubo varios factores que influyeron en la baja de precios de bienes importados desde fines de diciembre, "como la reducción de la inflación, la baja del precio del dólar libre, la simplificación de los procesos burocráticos del comercio exterior y la baja de aranceles que hubo para algunos productos", pero agregó que "el factor de mayor impacto ha sido la baja del impuesto PAIS".
De todos modos, el titular de FECACERA advirtió que la baja de precios en importados se da paulatinamente y que todavía "seguirá decantando" en las próximas semanas producto de dos factores. "Por un lado que mucha de la mercadería beneficiada por la quita del impuesto PAIS no llego aún a los canales de comercialización o a las fábricas a las que vienen a abastecer, principalmente lo que procede de Lejano Oriente", señaló. El otro factor es que "las fuerzas del mercado aún están en un proceso de acomodamiento", por lo que "a medida que vayan evolucionando probablemente generarán reducciones complementarias en los precios, siempre y cuando los diferentes valores del dólar se mantengan estables", afirmó. Es decir, resta que el menor costo de importación del bien se traslade al precio final del bien al consumidor.
Además, Rodríguez admitió que la baja de precios producto del fin del impuesto PAIS es "heterogénea" y que varía según el sector económico. Especialmente, es menor en sectores más monopolizados y mayor en otros más atomizados, explicó.
La industria, en alerta por la falta de reactivación
Del lado de la industria, en tanto, destacan la baja de precios de algunos insumos importados, pero alertan que difícilmente esto se traslade a beneficios concretos para el sector o el consumidor en general si no hay reactivación.
"Hubo una baja en costos de productos terminados y de insumos" por la eliminación del impuesto PAIS, señaló a El Destape Marcelo Fernández, titular de CGERA, por lo que "aquel que necesita insumos importados para fabricar, por supuesto que se ha beneficiado", agregó.
Sin embargo, el dirigente industrial pyme advirtió que el fabricante "obviamente necesita de la reacción del mercado interno para que ese costo que bajó se le vuelvan pedidos a través del consumo y esto le sirva para fabricar". "Estamos esperando la reactivación que haya en los sectores para aprovechar esa baja de costos que se notó en muchas cámaras empresarias", añadió.
En otras palabras, la misma medida que permite una baja de precios para la industria local es la que también lleva al consumidor argentino a que le sea más barato comprar en el exterior, perjudicando al mercado interno en un contexto de poca competitividad por el atraso cambiario.