El ministro de Economía, Sergio Massa, afirmó hoy que la exigencia del Fondo Monetario Internacional de pedirle a la Argentina una devaluación de su moneda "tiene un impacto en la inflación" y que el Gobierno aspira a corregir esa situación con "medidas que se van a anunciar en los próximos días".
En una rueda de prensa en Washington, Massa consideró que tras el efecto inflacionario esperado para agosto por la devaluación dispuesta "por imposición del Fondo", el equipo económico espera que la evolución de los precios "en septiembre y octubre vuelva a niveles razonables".
Massa ofreció una conferencia luego de mantener esta mañana un encuentro con Anna Bjerde, directora gerente de Operaciones de Crédito del Banco Mundial (BM), y con Ilan Goldfjan, titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por la tarde, lo que permitió cerrar tres acuerdos de financiamiento adicionales para el corriente año por US$ 1300 millones.
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"A partir de la imposición que realizó el Fondo dentro del programa exigiéndole a la Argentina que devaluara, (eso) tiene un impacto inflacionario claramente" que se verá cuando finalice agosto.
"La exigencia del Fondo de pedirnos una devaluación para cumplir con los objetivos del programa tiene un impacto inflacionario y un daño en el bolsillo de la gente que aspiramos a tratar de corregir con medidas que vamos a anunciar dentro de muy poquitos días", agregó el titular del Palacio de Hacienda.
En ese sentido, Massa espera que, de acuerdo con la evaluación del equipo económico, el comportamiento inflacionario de la economía "en el mes de septiembre y octubre vuelva a niveles más razonables".
"Pero efectivamente entendemos que la exigencia del FMI de pedirle una devaluación a la Argentina tiene impacto en la inflación", subrayó.
Esta mañana, una fuente del Ministerio de Economía que integra la comitiva que acompaña a Massa en Washington, afirmó a Télam que el valor del dólar oficial "se quedará fijo hasta el próximo 15 de noviembre", al tiempo que aclaró que eso "es lo que se acordó con el FMI".
Esto significa que la devaluación implementada por el Banco Central el día después de las PASO de 22,5%, y que llevó el dólar oficial a 350 pesos, "mantendrá un ancla en ese valor hasta después de las elecciones".
En tanto luego, "a partir del 15 de noviembre" la intención oficial sería volver al tipo de cambio administrado "según el dato del valor de la inflación de octubre, menos 1 o 2 puntos porcentuales, lo que dará una tasa negativa respecto de la inflación en el scroll", explicó la misma fuente.
Según la fuente consultada, en el Gobierno están barajando que, con todo y más allá de los rubros de alimentos frescos, como lácteos y verduras y carnes, la inflación de agosto no superaría 9 por ciento, mientras septiembre seguirá a un nivel alto pero para octubre se retraerá.
Con información de Télam