Los alimentos se dispararon 36% en diciembre, producto de los fuertes aumentos que se observaron en carne, lácteos y huevos, y productos de panificación. Con estas cifras, se consolida una inflación mensual que solo podrá compararse con los parámetros de la híper de la década de 1990.
De acuerdo a un informe de la consultora LCG al que pudo acceder El Destape, en la cuarta semana de diciembre la suba de precios de los alimentos promedió 7,1%, desacelerando 4,4 puntos respecto al récord que se había registrado la semana anterior (11,5%). De esta forma, la inflación mensual fue del 35,6%.
En el último tramo del mes, los aceites marcaron el mayor incremento semanal con casi el 19% (45% mensual); la carne subió en línea con el promedio, pero siguió siendo el producto más influyente en la inflación semanal. Así le fue a cada producto:
- Aceites: 18,6%
- Condimentos y otros productos alimenticios: 13,6%
- Verduras: 11,8%
- Productos lácteos y huevos: 9,7%
- Bebidas e infusiones para consumir en el hogar: 9,4%
- Carnes: 7%
- Productos de panificación, cereales y pastas: 3,9%
- Frutas: 3,5%
- Azúcar, miel, dulces y cacao: 3,1%
- Comidas listas para llevar: 2,5%
El porcentaje de productos con aumentos semanales disminuyó levemente aunque continúa elevado: 40%, llevando al promedio de las últimas cuatro semanas al 46%. Las variaciones de precios presentaron alta dispersión, aunque en niveles menores que la semana previa.
La inflación promedio continúa acelerándose: +6,1 puntos en la semana a 27,1% mensual promedio. La inflación acumulada en las últimas cuatro semanas alcanzó un 36,1%, dejando un arrastre importante para las próximas semanas.
La megadevaluación que impuso el gobierno de Javier Milei disparó el costo de la canasta básica. Siete de las 10 categorías terminaron el mes con inflaciones mensuales mayores al 20%. A pesar de ser la carne el producto que más aporta a la inflación de alimentos, el índice “descarnizado” refleja una suba del 26,3% mensual.
¿Precio atrasado o adelantado?
Es muy claro que hay muchos precios “atrasados”, pero menos claro es que existen otros precios “adelantados” que podrían, potencialmente y bajo ciertas condiciones, ser una fuente de corrección a la baja que atempere el fogonazo inflacionario que provocan las medidas que tomó el Gobierno. El horizonte que anticipan los funcionarios no parecen ir en esta dirección.
El nivel general de precios al consumidor se conforma de 12 divisiones las cuales no varían necesariamente al mismo ritmo. Entre diciembre de 2019 y noviembre 2023, algunas parecen haberse quedado por detrás, con variaciones muchos menores que el promedio general como Comunicaciones y Vivienda y EGA entre los más destacados.
Las siete de las 12 categorías que están por debajo del nivel general en su mayoría son “precios regulados”. De los que variaron por arriba, Prendas de vestir y calzado, Restaurantes y hoteles y Alimentos y bebidas son las tres categorías que sobresalen. Éste último el más preocupante.
Alimentos y Bebidas representa un 27% de la canasta total. Se trata de un rubro con una elasticidad precio más baja que otros rubros. A pesar de las medidas de contención que se llevaron a cabo como Precios Justos, los alimentos y bebidas son los que más aumentaron desde diciembre de 2022 (172%).