Consultores económicos pronostican que la suba de tarifas de luz y gas anunciada por el Gobierno en la última semana tendrá un impacto inflacionario de entre 0,4 y 1,2 puntos porcentuales a partir de junio, lo que presionará nuevamente al Índice de Precios al Consumidor (IPC) que el Gobierno espera continuar desacelerando en los próximos meses. En este marco, las pymes serán las empresas más afectadas dentro de la industria.
MÁS INFO
Entre martes y jueves de la semana que pasó, el Ministerio de Economía definió un nuevo aumento de las tarifas energéticas, el segundo en lo que va del año. Los usuarios residenciales del AMBA, según se anunció en las audiencias públicas, percibirán una suba del 16,5% para la luz y del 20% en el gas en el caso de los usuarios de ingresos medios y del 6,88% de la luz en usuarios de ingresos bajos. El 10% superior, en tanto, dejará de recibir subsidios y pasará a pagar la tarifa plena. Y, en paralelo, Economía resolvió el último martes autorizar un aumento del 73% en la tarifa eléctrica a los usuarios industriales de Edenor y Edesur.
La posición oficial es que esto tendrá un bajo traslado a precios. "El impacto (de la suba de luz y gas) sería bien marginal". afirmaron a El Destape fuentes cercanas a Martín Guzmán. En ese sentido, explicaron además que la quita parcial de subsidios al implementarse la segmentación "también coadyuvará a una morigeración o descenso de la inflación", por ejemplo a través de una menor emisión. Aun así, reconocieron que sí se verá un mayor impacto producto de las subas en las naftas y gasoil que YPF y las petroleras privadas efectuaron hace una semana.
El impacto de la suba de tarifas en la inflación
Economistas de diversas consultoras estimaron que las subas tarifarias tendrán un traslado concreto a precios. "En lo que hace a la suba directa, prevemos que el incremento directo de la suba del gas y de la electricidad sería de 0,4 p.p. mensual" en el índice inflacionario, precisó a este portal Sebastián Menescaldi, director asociado de la consultora Eco Go.
Por su parte, Camilo Tiscornia, titular de la consultora C&T, estimó en diálogo con El Destape que la suba tarifaria, tanto en luz como en gas, fue del 30% promedio contabilizando a todos los usuarios residenciales, lo que resulta en un traslado al IPC de 0,7 p.p. en junio.
MÁS INFO
Sergio Chouza, director de la consultora Sarandí, arriesgó un número incluso más alto: "La proporción que estimamos es de 1,2 puntos de impacto directo sobre el IPC", afirmó ante la consulta de este sitio.
A este impacto directo que en el rubro de "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustible" del IPC de junio, se le debe sumar el denominado impacto "de segunda ronda" a partir de julio, coincidieron los tres economistas. Es decir, el que surge de forma indirecta producto del encarecimiento en la producción de bienes y servicios por la suba de los costos de la energía, que es más difícil de calcular en cifras concretas.
En esta segunda vuelta, los rubros más afectados serán los de uso más intensivo de la energía en la producción, como “Alimentos y bebida”, “Prendas de vestir y calzado”, “Transporte”, y “Restaurantes y hoteles”, precisó Chouza.
De hecho, asociaciones de defensa de los consumidores advirtieron por estas subas durante su exposición en las audiencias. "Hay incidencia en los comercios, industrias y clubes de barrio que con sus cuotas apenas cubren los servicios", dijo en este sentido Claudio Boada, de la Unión de Usuarios y Consumidores, quien alertó por el impacto en el usuario tanto directo, por la suba de tarifas en sí, como indirecto, por el aumento de precios resultante.
De esta forma, los índices inflacionarios de junio y julio volverán a estar presionados, mientras el Gobierno busca continuar con la desaceleración de la suba de precios que comenzó a verse en abril, para evitar así una mayor caída del salario real.
La repercusión en la industria y en las pymes
En paralelo, los empresarios también advirtieron que la suba de tarifas, sobre todo la de 73% en luz para grandes usuarios, tendrá un impacto en los precios. Aun así, mientras que los industriales de mayor tamaño tienen más margen, las pymes son las que más sufrirán los aumentos.
"Con una inercia inflacionaria tan fuerte y una aceleración mundial, no estoy seguro en qué medida esto va a incrementar (los precios). Hay que ver si esto tiene un impacto per sé", afirmó a El Destape una fuente de las grandes industrias. En ese sentido admitió que no se puede ser competitivo al costo de subsidiar todo el precio de la energía: "Tenés que ir convergiendo y cuando demoran ciertos ajuste a veces tenés inercia inflacionaria".
Al contrario, las pymes están más apretadas. "A una gran empresa la energía se le diluye a un costo del 2%, pero para una pyme industrial es del 10%", precisó Daniel Rosato, titular de Industriales Pymes Argentinos (IPA), y calculó que "este 73% de aumento tiene una repercusión en góndolas de entre el 10% y 15%".
Para las pymes comerciales el impacto en precios es doble ya que involucra no solo al aumento de la factura de luz y gas de los locales. "Las subas para usuarios residenciales afectan directamente a las pymes por la baja del consumo al destinarse más ingresos a tarifas", explicó a este sitio el vocero de la CAME, Salvador Femenia.
"Sin duda alguna, aumentos en los combustibles, en el gas y en la electricidad van a repercutir en los precios", afirmó a su vez el presidente de la Confederación Pequeña y Mediana Empresa (Copyme), Sergio Echebarrena, aunque remarcó que "muchas veces no trasladás totalmente el aumento de costos a precios para mantener clientes".
Los rubros industriales más electrointensivos, que más pueden sufrir traslado a precios, son metalmecánica, cemento, química, celulosa y textil. En este marco, las tres cámaras pyme coincidieron en el reclamo de que se implemente una segmentación tarifaria también en los industriales, en este caso para discriminar entre usuarios grandes y medianos.