Casi la mitad de los británicos ha recortado sus compras de alimentos debido al aumento de los precios, mientras que otros tienen que gastar más en sus compras, según las cifras oficiales del viernes, que muestran la magnitud de la actual crisis del coste de la vida.
La inflación de los precios al consumo en Reino Unido alcanzó en mayo el nivel más alto de los últimos 40 años, con un aumento del 8,6% en los precios de los alimentos y las bebidas y el Banco de Inglaterra espera que la tasa anual del IPC supere el 11% en octubre, cuando se produzca una subida del 40% en las tarifas energéticas reguladas.
Las cifras del viernes de la Oficina de Estadísticas Nacionales mostraron que el 49% de las personas dijeron que habían comprado menos alimentos de lo normal entre el 22 de junio y el 3 de julio, frente a sólo el 8% cuando la encuesta comenzó en septiembre de 2021.
Otro 48% dijo que había necesitado gastar más de lo habitual en sus compras de alimentos. En general, el 91% de los encuestados afirmó que el coste de la vida había aumentado en el último mes.
Estas cifras coinciden con los reportes de los supermercados británicos, que afirman que los compradores están sometidos a una presión financiera cada vez mayor.
Sainsbury's informó el martes de una caída del 4% en las ventas trimestrales subyacentes y Tesco, el mayor supermercado británico, dijo que los clientes estaban haciendo compras más pequeñas y frecuentes y comprando artículos de marca propia más baratos.
El banco estadounidense Citi pronosticó el mes pasado que la inflación de los precios de los alimentos en Reino Unido superaría el 20% a principios del próximo año.
Con información de Reuters