La inflación de Estados Unidos trepó al 9,1 por ciento interanual en junio, con gran incidencia de los precios de la energía y los combustibles, y alcanzó un nuevo récord en los últimos 40 años. El incremento en los precios presionará por una nueva suba de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, lo apreciará el dólar, lo que presionará en los tipos de cambio de las economías en desarrollo, entre ellas, la Argentina.
Según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales de ese país, la suba mensual de los precios minoristas fue del 1,3 por ciento, impulsada por el alza de los precios de los combustibles y los alimentos.
El incremento de los precios de la energía fue del 7,5 por ciento en junio y explicó casi la mitad de la suba mensual; en el caso de los combustibles, el aumento fue mayor: 11,2 por ciento. En los últimos doce meses, los precios de la energía se dispararon el 41,6 por ciento, el porcentaje más alto desde abril de 1980. En cuanto a los alimentos, los precios aumentaron en un año el 10,4 por ciento, la mayor alza desde febrero de 1981, de acuerdo con la información difundida por el Gobierno de los Estados Unidos.
La elevada inflación que afecta a la economía norteamericana provocó que la Reserva Federal (FED) dispusiera sucesivos aumentos de la tasa de interés, en busca de contener la escalada de los precios. El organismo defendió esa postura aún cuando su política monetaria pueda afectar a la actividad económica y generar más desempleo.
En su última reunión del 15 de junio, la FED aumentó la tasa de interés un 0,75 por ciento -por tercera vez en el año- a un rango entre 1,5 y 1,75 por ciento, la suba más fuerte de los últimos 30 años. Este mes aplicaría un nuevo ajuste y la intención del organismo es que la tasa se ubique en 3,4 por ciento a fin de año.
"El comité está fuertemente comprometido con el objetivo de devolver la inflación al 2 por ciento" anual, indicó recientemente la FED.