El Banco Central difundió el Informe Monetario Mensual de septiembre y los datos convalidan el plan que emprendió el Gobierno para enfriar las variables de la macroeconomía. Sin embargo, a pesar de que se reduce la emisión monetaria a niveles muy bajos y aumenta la tasa de interés, la inflación no baja y la economía cotidiana desmejora en materia de ingresos y perspectivas.
Mientras caen los préstamos al sector privado, la tasa se ubica en niveles cada vez más altos, las reservas se fortalecen y la emisión moentaria se reduce, la inflación se acelera y rompe con los preceptos de las recetas de la ortodoxia económica. El Central viene de publicar el Relevamiento de Expectativas de Mercado de septiembre, en el que se apuntó que las consultoras proyectan un índice inflacionario del 100,3% para este año, lo cual marcaría un alza de 5,3 puntos porcentuales respecto a lo previsto el mes anterior.
Para agosto, las consultoras relevadas para confeccionar el REM preveían una inflación mensual de 6,5%, pero las cifras del octavo mes del año terminaron en siete puntos. En septiembre, la media de las proyecciones se ubicaron en 6,7% mensual.
De acuerdo a un informe de la consultora Radar Scanntech, en agosto se desplomó el consumo al registrar una caída de 7,3% interanual. Los alimentos lideran los rubros donde más cayeron las ventas, lo cual demuestra el daño letal que provoca la inflación sobre el poder adquisitivo de los salarios. De esta manera, los primeros ocho meses del año reflejaron una contracción del 2,6%.
Se enfría la macroeconomía
Los depósitos registraron una expansión de 9,9% a precios constantes y sin estacionalidad, mientras que los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado a precios constantes escalaron 3,5%. De este modo, las colocaciones a precios constantes se mantuvieron en torno a los niveles máximos de las últimas décadas. Como porcentaje del PIB dichos depósitos se habrían ubicado en 7,1% en septiembre (0,4 puntos más que en agosto), guarismo que también se ubica entre los máximos de los últimos años.
A mediados de mes, el Directorio del BCRA decidió elevar por novena vez en el año las tasas de interés mínimas garantizadas de los depósitos a plazo fijo. La medida "está orientada a propender hacia retornos reales positivos para incentivar el ahorro en moneda doméstica", apuntó el documento oficial.
En tanto, el segmento de depósitos a plazo fijo con ajuste CER, presentó una contracción en términos reales por segundo mes consecutivo. La disminución se verificó tanto en las colocaciones en UVA tradicionales como en las precancelables, cuyas tasas de variación mensual se ubicaron respectivamente en -8,4% y -4,4%.
A su vez, la Base Monetaria se ubicó en promedio en $ 4.179,9 miles de millones, registrando una caída mensual de 2,5% ($ 107.357 millones) en la serie original a precios corrientes. Ajustada por estacionalidad y a precios constantes, se contrajo 6,5% y en los últimos doce meses acumuló una caída del orden del 23%. En términos del PIB, la Base Monetaria se ubicó en 4,8%, 1,2 puntos por debajo del guarismo de diciembre y el mínimo valor desde 2003.
En paralelo, los préstamos en pesos al sector privado medidos en términos reales y sin estacionalidad disminuyeron 3,4%, acumulando tres meses consecutivos de caída. La caída del mes resultó generalizada a nivel de las grandes líneas de crédito. De este modo, en los últimos doce meses acumularon una caída de 4,3% en términos reales. El ratio de préstamos en pesos al sector privado a PIB cayó levemente en el mes (0,1 puntos) y se ubicó en 6,7%.
Analizando la evolución de los préstamos por tipo de financiación, la Línea de Financiamiento para la Inversión Productiva (LFIP) continuó siendo la principal herramienta utilizada para canalizar el crédito productivo a Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs). A fines de septiembre, los préstamos otorgados en el marco de la LFIP acumularon desembolsos por aproximadamente $ 3.065 miles de millones desde su lanzamiento, con un incremento de 7% respecto al mes pasado.
Se engrosaron las reservas
Las Reservas Internacionales del BCRA finalizaron septiembre con un saldo de US$ 37.625 millones, reflejando un aumento de US$891 millones respecto a fines de agosto. Este aumento se explicó por la compra neta de divisas al sector privado, que totalizó cerca de US$ 5.000 millones en el mes, impulsadas principalmente por el “Programa de Incremento Exportador” o llamado "dólar soja", que aportó unos US$ 7.600 millones.
Según la entidad que comanda Miguel Pesce, esta dinámica fue parcialmente compensada por los pagos a organismos internacionales, entre los que se destacaron los pagos de capital al FMI por US$ 2.602 millones. En los primeros días de octubre, el Directorio Ejecutivo del Fondo completó la segunda revisión del Programa de Facilidades Extendidas, aprobando un desembolso que impactará sobre el saldo de las Reservas Internacionales del próximo mes.