La Secretaría de Comercio Interior lanzó canastas de artículos esenciales para ofrecer una política microeconómica ante la pérdida de poder adquisitivo de las familias. El Gobierno espera que el relevamiento del Indec de la suba de alimentos para marzo no dé peor que la de febrero, que marcó un récord con el 7,5%. Cortocircuitos dentro del gabinete económico por las medidas macro a tomarse.
Roberto Feletti presentó la nueva etapa de +Precios Cuidados, que acompañó el mismo jueves con un fideicomiso público para la harina que garantiza el pan en un rango de entre $ 220 y $ 270 en todo el país. Este último demorará hasta 45 días en hacerse efectivo, dadas complicaciones logísticas y de la estructura financiera que involucra.
Además, esta semana anunciará una lista de 60 esenciales que conformarán la versión del programa en comercios de cercanía, donde se realiza el 70% de las compras de los hogares. Aún no se detalló, dado que forma parte de la negociación se dio en la reunión tripartita, en la que participó el Ejecutivo, la UIA y CGT. El secretario imprimirá la versión final de estos tras analizarlo con su superior, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Desde el Gobierno proyectan que la inflación de los alimentos de marzo marque un nivel elevado en los registros del organismo oficial de estadísticas, pero creen posible que no dé peor que el 7,5% de febrero, dado que el efecto menguó un poco en la segunda mitad del mes. Las alarmas saltaron por la suba de harinas, que aumentaron hasta 12% en el mes. Esto no fue tanto por la guerra, sino que más bien se utilizó eso de excusa, puesto que la AFIP descubrió un millón cien mil toneladas de trigo que acopiaban los molinos y no procesaban.
Por esto creó Feletti el fideicomiso público para garantizar la bolsa de harina industrial 000 a menos de $ 1.200. Estará nutrido de fondos por US$ 350 millones. Este monto casi duplica el fondo privado para aceite de girasol y mezcla y supera con creces el de trigo para fideos.
El beneficio adicional de esta medida consiste en la formalización de panaderías que surgirá. Los molinos beneficiados por este diferencial y que vendan el saco de 25 kilos con el sello “subsidiado por el Gobierno nacional” deberán dar cuenta de la trazabilidad del trigo a los técnicos del BICE, organismo presidido por José Ignacio de Mendiguren y a cargo del fideicomiso.
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El Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) aumentó 5,9% en marzo, con lo que acumuló en el primer trimestre del año una suba de 14,6%. Interanualmente se incrementó 54,1%, lo que ubicó ese registro 2,8 puntos porcentuales por encima del mes anterior, de acuerdo a la Dirección de Estadísticas y Censos porteña.
“Durante marzo la variación del IPCBA respondió fundamentalmente a las subas en las siguientes divisiones: Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Alimentos y bebidas no alcohólicas, Educación, Prendas de vestir y calzado y Salud, que en conjunto explicaron el 68,7% del alza del Nivel General”, informó el organismo estadístico.
En concreto, la comida en la Ciudad promedió una suba del 5,7%. Al interior de la división, los principales impulsos provinieron de las subas de pan y cereales (9,1%), carnes y derivados (6,5%) y leche, productos lácteos y huevos (7,1%).
La variación en la capital oficia de termómetro del nivel nacional. Como es habitual, esto se publica la semana anterior al Indec, que dará a conocer su índice de precios al consumidor (IPC) el miércoles próximo.
El relevamiento de ISEPCi de los 57 productos de la canasta básica de alimentos (CBA) de su propio índice barrial de precios (IBP) en 750 comercios de cercanía en el conurbano bonaerense dio subas promedio de 3,95% para marzo. Durante el primer trimestre, estimaron que los incrementos fueron encabezados por los productos de verdulería (34%), seguidos por los del rubro almacén (23,4%) y los de carnicería (12,1%).
Un debate más profundo
Pese a las intimaciones públicas, las corporaciones aún no retrotrajeron la totalidad de las remarcaciones de precios injustificadas que realizaron en marzo. Como había publicado El Destape, al 25 de marzo las góndolas reflejaron incrementos en 1.765 productos, con acumulados mayores al 7% e interanuales superiores al 50%. Algunas subas individuales estuvieron por arriba del 15%. El 1 de abril, la Secretaría de Comercio Interior constató bajas en 1.111 artículos, con una caída promedio del 4,5%. Esos 654 productos que restan aún no redujeron sus disparadas y deben hacerlo, puesto que sólo 3% fue la pauta negociada para la actualización trimestral de +Precios Cuidados.
Las canastas de productos sirven para paliar la urgencia de las familias, pero no tienen horizonte si no se enmarcan en un programa macroeconómico estable, plantean desde un sector del Ejecutivo. Algunos integrantes del gabinete económico proponen que el éxito y sustentabilidad de estas políticas dependen de las macroeconómicas, que no consideran estables.
En esto engloban mirar al sector externo, lo que implica ordenar la escasez de divisas en cuanto a prioridades. Allí, por supuesto, caen aquellas propuestas de suba de retenciones a la venta de granos y una regulación más estricta de las importaciones, además de una mayor coordinación para su sustitución.
Quienes sostienen esta postura dentro del equipo económico critican que no se puede ordenar la macroeconomía con sólo cumplir metas de restricciones monetarias y fiscales, como plantea el acuerdo con el FMI.
Los productores de biodiésel, con ganancias extraordinarias
Entre las presiones de la inflación, la crisis energética y la guerra en Ucrania dispararon el precio de los combustibles a nivel internacional. Algunos economistas consideran que este escenario llegó para quedarse, lo que obliga a hacer ciertas reformulaciones.
Fronteras adentro, la nafta, el gasoil y el bioetanol mostraron un comportamiento estable en dólares. En cambio, el biodiésel generado por los grandes productores creció 240% en dólares entre abril de 2015 y abril de 2022.