Luego del industricidio que significó el macrismo y la parálisis a causa de la pandemia del coronavirus, la industria comenzó marzo con el mismo ritmo de crecimiento previo a la irrupción de la cuarentena. Además, la utilización de la capacidad instalada del sector se consolida y crecen las perspectivas optimistas para que el 2021 sea el año de despegue luego de la recesión.
Hace un año, y al igual que lo que ocurrió en muchos países del mundo, Argentina experimentó un cambio drástico en la vida cotidiana, ante la emergencia sanitaria derivada de la aparición del COVID-19. Tras una caída inédita entre febrero y abril (cercana al 26%), la actividad económica comenzó una gradual y sostenida recuperación desde entonces; para diciembre, el 88% de lo perdido ya se había recuperado, y la economía se encontraba 3% por debajo de los niveles de febrero de acuerdo al Indec. Sin embargo, la recuperación tuvo como rasgo distintivo una marcada heterogeneidad, tanto en lo sectorial como en lo territorial.
En lo que va de marzo, la industria creció 1,6% interanual, medido según el consumo de energía. Los principales motores de este incremento son la actividad automotriz, la aceitera, metales básicos, minerales no metálicos y textiles.
Los datos surgieron del informe del Centro de Estudios para la Producción que elabora el Ministro de Desarrollo Productivo, en el cual se analizó la evolución de los principales indicadores de la actividad productiva de marzo. En este sentido, el documento detalló un retorno al crecimiento interanual, tras la baja de 0,7% de febrero, originada porque las paradas de planta por vacaciones se dieron más en ese mes que en enero.
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De acuerdo al informe al que accedió El Destape, en los 14 días comprendidos entre el 4 y el 17 de marzo la industria se expandió al 1,6% interanual, una cifra similar a la del primer bimestre del año (1,9%). A su vez, el documento destacó el regreso al crecimiento de la industria automotriz (cuyo consumo de energía ha estado creciendo en torno al 9% interanual en marzo, tras la baja de febrero), el buen desempeño de la industria aceitera -con un consumo de energía que se expandió al 38% interanual-, y la continuidad de la recuperación en ramas como metales básicos (+11%), minerales no metálicos (+12%) y textiles (+3%). En todos estos casos, la comparación se da aún contra la prepandemia.
De acuerdo al índice adelantado de actividad industrial, si bien en febrero se registró una caída en la industria de 0,7% interanual y 2,7% mensual (desestacionalizado), si se toma en cuenta el bimestre (enero-febrero), la actividad industrial se ubicó 1,9% por encima del mismo período de 2020.
Radiografía de la recuperación
La heterogeneidad en términos territoriales fue notoria en los últimos meses. Aquellas regiones más especializadas en la producción de bienes agroindustriales salieron mucho más indemnes de la pandemia que aquellas especializadas en turismo o en hidrocarburos (cuyo precio se desplomó por la pandemia). En el plano barrial, las zonas residenciales se revitalizaron a expensas de los distritos de oficinas (como el microcentro porteño), cuya circulación callejera se redujo notoriamente por el auge del teletrabajo.
Por supuesto, también la evolución sanitaria de cada jurisdicción repercutió sobre el desempeño económico: las zonas con menores contagios (como por ejemplo Formosa y Misiones) experimentaron los mejores resultados en la actividad comercial, en contraste con lo ocurrido en muchas otras provincias. Con el correr de los meses, esa heterogeneidad de la recuperación se atenuó.
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Para ponerlo en números, el 67% de las ramas que en noviembre estaban cayendo en términos interanuales mejoraron su desempeño hacia enero. A la inversa, el 76% de las ramas que en noviembre crecían en términos interanuales empeoraron su performance en enero. Esto no significa que tal 67% haya pasado a crecer, sino que en la gran mayoría de los casos se recortaron las caídas; a la vez, el mencionado 76% que empeoró no necesariamente pasó a terreno negativo, sino que en la mayoría de los casos desaceleró el ritmo de expansión.
En este sentido, el informe explicó que “la totalidad de las ramas ligadas a gastronomía y turismo se recuperaron entre noviembre y enero" y si bien todas continúan con contracciones "el recorte de las caídas fue muy significativo”. En el comercio minorista también ocurrió el mismo fenómeno: por ejemplo, los consumos de artículos de indumentaria, calzado, cuero y bijouterie (que fueron los rubros comerciales más golpeados por la pandemia) fueron los que más mejoraron entre noviembre y enero.
Cifras superiores a la pandemia y al macrismo
Tras el desplome de abril, la industria manufacturera exhibió una rápida reactivación, ayudada por la mejor performance relativa de los bienes respecto a los servicios, pero también por la mayor disponibilidad de financiamiento productivo, la mejora de precios relativos, las políticas de desarrollo de proveedores y las necesidades de recomposición de stocks.
Entre septiembre y enero, la industria creció en términos interanuales (con la excepción de octubre). De acuerdo al Indec, en el primer mes de 2021 el sector fabril creció 4,4% interanual y se ubicó 5,3% por encima del promedio de 2019. Esa mejora ya empieza a sentirse en el plano del empleo, en donde según el Ministerio de Trabajo se han creado más de 7 mil puestos de trabajo industriales formales entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020.
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En perspectiva comparada con otros países, la recuperación de la industria argentina aparece como más dinámica: en el trimestre móvil noviembre-enero, el sector manufacturero local se expandió a un promedio del 4,6% interanual, por encima de países como Estados Unidos, Japón, Alemania, Italia, España, Francia, Reino Unido, Chile, México o India, aunque por debajo de China, Taiwán, Brasily Polonia.
De acuerdo al último informe del Indec, el nivel de Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria (UCII) fue de 57,2% en enero, 1,1 puntos porcentuales (p.p.) por encima del mismo mes del año anterior (56,1%) y acumuló la tercera suba consecutiva. De esta forma, se trató del mejor enero en los últimos tres años.
La UCII de este mes superó también el nivel de utilización de enero de 2019, aunque todavía se encuentra por debajo de 2018 (61,6%). En términos interanuales, el crecimiento se dio en seis de los 12 sectores relevados.
Los bloques sectoriales que presentaron niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general fueron refinación del petróleo (77,5%), productos minerales no metálicos (71,7%), industrias metálicas básicas(70,7%), sustancias y productos químicos (62,9%), productos alimenticios y bebidas (60,0%) y papel y cartón (58,8%).
Respecto al mismo mes de 2020, las principales incidencias positivas se observaron en las industrias metálicas básicas y en la metalmecánica excepto automotores.
Los números respaldan al Gobierno
Al término de la última reunión del gabinete económico, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, reafirmó que el sector industrial, tras alcanzar los últimos seis meses de recuperación de actividad, “ya está produciendo y con un nivel de empleo superior” al que hubo durante la gestión macrista.
”Se recuperaron todos los empleos perdidos durante la pandemia e incluso ya está produciendo y tiene un nivel de empleo superior al que dejó el Gobierno de Mauricio Macri“, sostuvo Kulfas. Y los números lo respaldan.
Según el último informe del Indec sobre el mercado de trabajo en el cuarto trimestre de 2020, de acuerdo con la rama de actividad de la ocupación principal, sobre el total de personas ocupadas se observó un incremento de la participación de la Construcción y la Industria, que subieron 1,5 puntos. y 1,4 puntos respectivamente en comparación al tercer trimestre del año pasado, aumentando en ambos casos también con relación al cuarto trimestre de 2019 (1,1 punto y 2,3 puntos respectivamente).
Por otra parte, el sector externo también respalda el discurso público del Gobierno. Las importaciones crecieron 8,7% interanual en enero, un resultado que se explicó por una suba en cantidades que se difundió a todos los usos. El único que cayó en valor fue combustibles y lubricantes, por la baja de sus precios.
Asimismo, en enero el saldo comercial fue positivo en U$S 1.068 millones por las ventas de manufacturas agropecuarias y mayores precios de exportación. De esa forma, se volvió a registrar superávit tras el déficit de diciembre, que interrumpió una racha de más de dos años consecutivos de saldos negativos.
En tanto, las exportaciones crecieron 7,3% interanual en enero tras 12 caídas consecutivas. La suba de 10,7% en los precios bastó para contrarrestar la baja de 3,1% en las cantidades. De los principales destinos, crecieron las ventas a Brasil (+18,1%), China (+1,4%), Estados Unidos (+18,9%), India (+67,1%) y España (+119,7%).