El Gobierno afinó la lapicera y anunció el proyecto de renta inesperada, elaborado para que paguen una alícuota aquellas empresas que hayan tenido ganancias extraordinarias a partir del aumento de los precios. El texto que será debatido por el Congreso se basa en un esquema impositivo que, en principio, apunta a recaudar el equivalente a 1000 millones de dólares.
Los equipos técnicos del Ministerio de Economía diseñaron un proyecto para gravar los márgenes de ganancias de las empresas superiores en 2022 al 10% y/o cuando el margen haya crecido un 20% respecto al año anterior, ajustada por la variación del Índice de Precios al Consumidor. Además, el gravamen tendrá una alícuota del 15% que se pagará junto al vencimiento del Impuesto a las Ganancias de las Sociedades de Capital.
Según pudo saber El Destape, fuentes del Ministerio de Economía explicaron que no se trata de las empresas que aumentaron solo sus ganancias, si no que lo hicieron sin incrementar la producción o ventas. Por el contrario, los precios aumentaron más que los costos y pagarán la alícuota por la diferencia.
Sectores alcanzados y recaudación
En concreto, el texto el legislativo fija los siguientes parámetros:
-Que la ganancia neta imponible o el resultado contable ajustado por inflación, correspondientes al primer ejercicio cerrado a partir del primer día del mes inmediato siguiente, inclusive, al de la entrada en vigencia de este artículo sea, como mínimo, de 1000 millones de pesos, inclusive.
-Que el resultado contable ajustado por inflación correspondiente al primer ejercicio cerrado a partir del primer día del mes inmediato siguiente, inclusive, al de la entrada en vigencia de este artículo resulte, como mínimo, superior al 10% del total de ingresos de ese período o que el resultado contable ajustado por inflación correspondiente al primer ejercicio cerrado a partir del primer día del mes inmediato siguiente, inclusive, al de la entrada en vigencia de la ley, respecto del total de ingresos de ese período, un porcentaje igual o superior al 20% de aquel que representó en el ejercicio anterior.
En ningún caso se considerará al propio impuesto a las ganancias y a los resultados provenientes de los ingresos y/o egresos extraordinarios que "a esos fines indique la reglamentación", reza el texto. Cabe remarcar que el proyecto también estipula la inclusión de incentivos vinculado a la inversión.
Respecto de cuáles serán los rubros alcanzados, desde Economía apuntaron a que "se trata de algo transversal. No como otros países que hicieron solo en el sector energético, como Italia, España e Inglaterra". De seguir la misma dinámica del año pasado, en 2022 alrededor de 360 empresas podrían lograr una ganancia de 1.000 millones de pesos. Sobre esa base, habrá que esperar para saber cuántas compañías superan el segundo umbral, que son los márgenes.
En este marco, la AFIP y Hacienda tendrán cargo la reglamentación de anticipos. "En materia de análisis también se va a tomar a cuenta el conjunto de anticipos o retenciones que se descontarán del saldo a pagar en 2023", afirmaron a este medio. También se descartó algún tipo de incentivo a la reinversión de utilidades a partir de una rebaja en la alícuota. "El proyecto que se envía no incluye incentivos vinculado a la inversión. Nos pareció que es un tema muy difícil de determinar conceptual y operativamente", reconocieron desde el Palacio de Hacienda.
Por último, desde las oficinas del Ministerio que conduce Martín Guzmán describieron el impuesto extraordinario como "coparticipable, mientras que el carácter redistributivo se da con el hecho de la recaudación y la progresividad del mismo". Y añadieron: "El uso lo definirán las provincias y el Estado oportunamente. Hay cálculos que plantean que el impacto distributivo del gasto público consolidado será muy positivo".