En apenas una semana, desde la aplicación de medidas y regulaciones para evitar especulaciones cambiarias a través de sobrefacturación de importaciones, el Banco Central sumó más de 1500 millones de dólares, lo suficiente como para cumplir con la meta para todo el semestre. Hasta ese momento, los saldos de intervención, a pesar de una liquidación récord por exportaciones de granos, venían siendo negativos y el Central no lograba acumular reservas. De acuerdo con un informe interno realizado por un área del equipo económico, sólo por las primeras 50 posiciones de bienes de consumo e intermedio (en su muchos casos sustituibles) se registró un exceso de importaciones entre enero y mayo (por encima de la demanda necesaria de acuerdo con del crecimiento de la actividad de cada sector) equivalente a más de 2500 millones de dólares.
Si bien el principal demandante de dólares fue la importación de energía, por amplio margen, hubo un alto volumen de importaciones de bienes de consumo final e intermedios por encima del crecimiento de cada sector o de la demanda interna de esos productos o insumos. No se toma en cuenta bienes de capital, donde se considera que, pese a la aceleración de la demanda, se trata de inversiones que mejorarán la actividad y el desempeño de cada sector.
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En el informe interno, al que accedió la vicepresidenta Cristina Fernández y derivó en el reclamo por mayores controles, se comparó cantidades importadas de los primeros cinco meses de este año respecto de igual período del 2021. Se seleccionó sólo aquellos casos de posiciones arancelarias que superaron el 20 por ciento en cantidad (considerando que en ningún sector el crecimiento de la actividad superó ese guarismo). De hecho, el Banco Central definió una estimación de aumento del 15 por ciento en cantidades importadas para aprobar el acceso al mercado de cambios oficial.
Licencias automáticas y no automáticas
Un dato que refleja el incremento injustificado de importaciones se da en los canales a través de los cuales se aprueban las importaciones. Tanto en bienes de consumo como intermedios, las compras externas mediante licencias automáticas representan más operaciones que en el caso de las no automáticas. La mayor diferencia existe en la aprobación de las mismas: la "automática" se aprueba en un lapso no mayor a las 72 horas. luego de un proceso de control de los organismos, mientras que las "no automática" pueden demorar hasta 60 días o no ser aprobada si se encuentra que daña el mercado interno o no está justificada la operación.
En los primeros cinco meses del año se importaron bienes de consumo a través de licencias no automáticas por 247,9 millones de dólares (35,5 por ciento del total), mientras a través de las automáticas se fueron 451,1 millones de dólares (64,5 por ciento). En bienes intermedios se importaron por licencias no automáticas 222,4 millones de dólares entre enero y mayo (12,1 por ciento) y a través de las licencias automáticas 1620,8 millones de dólares (87,9 por ciento).
Si se compara con las cifras del año pasado, descontando una crecimiento en unidades de 20 por ciento, se exhibe para las primeras 50 posiciones de bienes de consumo un nivel excesivo de importaciones de 505 millones de dólares, mientras que en bienes intermedios esas compras inexplicables asciende a 984 millones de dólares. Comparando todas las posiciones arancelarias, el exceso de dólares solicitados fue de 699 millones en bienes de consumo y de 1843 millones en intermedios, lo que da un total de 2542 millones.
Estos valores están valuados a precios CIF, incluyendo costos de transporte y seguros, que podrían evitarse si no se importara cualquier cosa.
De acuerdo con el balance cambiario del BCRA, las cifras de intercambio comercial arrojan hasta mayo 36.064 millones de dólares en exportaciones de bienes y 28.787 millones de dólares en importaciones. En el caso de los servicios, la balanza fue un ingreso de 3111 millones de dólares y un egreso de 7196 millones. A esto se suma el aumento en el costo de logístico, con una duplicación en los valores de fletes y seguros. En fletes se pagaron entre enero y mayo 1721 millones de dólares y en seguros, 236 millones de dólares, de acuerdo con las estadísticas de la autoridad monetaria.
Un corte a la importación especulativa
Esta semana el Central limitó temporalmente el financiamiento de importaciones a empresas que superen los gastos registrados en 2021 y también restringió el acceso a divisas para la compra de más de 350 productos suntuarios (lujosos) o que se producen en el país.
Esta decisión significa que el BCRA no les venderá dólares a las empresas que superen en más de un 5 por ciento el monto de compras realizadas en 2021 o que adquieran determinados bienes suntuarios (es decir, lujosos) u otros que ya se producen en el país. Las pymes, en tanto, tendrán un acceso diferencial: podrán importar por hasta el 115 por ciento del promedio registrado en 2021, siempre y cuando el monto sea inferior al millón de dólares. En tanto, quedarán exceptuadas de la medida las compras de energía y medicamentos.
Entre los principales rubros y subrubros donde se evidencian mayores excesos en la importación son prendas de vestir y calzado, con un 21,2 por ciento más, equivalente a 107 millones de dólares. En este segmento creció fuerte la importación de calzado, con 75,6 millones de dólares (+15 por ciento). Le siguen alimentos, con un exceso de uso de dólares de 12,8 por ciento, equivalente a 64,6 millones de dólares, principalmente por compras en el exterior de carnes (+5,2 por ciento). En productos electrónicos se registró una exceso de importaciones encima de la actividad de 6,9 por ciento, con una demanda de 34,7 millones de dólares. La importación de motocicletas por encima de sus patentamientos fue de 53.1 millones dólares, (+10,5 por ciento).
En bienes intermedios se registró excesos en importaciones en los rubros aceites (89,6 millones de dólares), aluminio (30,4 millones), cables y conductores (32,2 millones), neumáticos y otros productos de caucho (8,7 millones), papel (49,3 millones) y químicos (390 millones).