Se redujo la base monetaria y el crecimiento del gasto público en el primer cuatrimestre

En línea con el acuerdo con el FMI, el stock total de base monetaria es de 3.510 miles de millones de pesos y se evidencia “una tendencia decreciente estable que comenzó en 2022”, según un informe que evalúa la política monetaria.

30 de mayo, 2022 | 00.05

En línea con el compromiso fijado con el FMI, el gobierno se encuentra en un proceso de reducción de la base monetaria y decrecimiento del gasto público, aunque este último continua siendo positivo al deflactarlo con la inflación.

Los datos se desprenden del último informe de política monetaria del Observatorio Económico Regional Urbano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), así como del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) que analizó la ejecución del gasto. Sin embargo, aun cuando se evidencia una política contractiva clásica de todos los planes de estabilización diagramados por el FMI, el gasto continúa siendo importante, pues con un déficit fiscal del 0,4 por ciento del PBI en el primer cuatrimestre, el mismo es casi el doble del mismo período del año anterior, más allá que desde enero se encuentra en constante decrecimiento.

En relación a la base monetaria, es decir el dinero en circulación y poder del público sumado a las reservas de los bancos en el Banco Central, la UNCUYO señala que al último día de abril de 2022, la misma disminuyó un 1,51 por ciento respecto a marzo, con lo que, agrega el informe, la variación interanual alcanzó un 44,28 por ciento respecto a abril de 2021 frente a una inflación que en el mismo período alcanzó el 57,97 por ciento. De esta forma, concluye el informe, el stock total de base monetaria es de 3.510 miles de millones de pesos y se evidencia “una tendencia decreciente estable que comenzó en 2022”.

Por su parte, el informe de CESO afirma que el gasto primario total creció un 75 por ciento en los primeros cuatro meses del año, aunque “se viene desacelerando” pues mientras que en enero creció un 88 por ciento, en abril subió un 62 por ciento, siempre frente a una creciente inflación que orilla el 55 por ciento. En este sentido, el gasto estuvo focalizado en políticas sociales y en subsidios para reducir los costos de las tarifas, pues, de acuerdo a CESO, el gasto se incrementó un 123 por ciento en la Tarjeta Alimentar para 3.300 argentinos en situación de vulnerabilidad social y en un 170 por ciento para el plan Potenciar Trabajo, que reciben 1.200.000 trabajadores desocupados, mientras que subió otro 166 por ciento en subsidios energéticos.
 

FMI y gobierno

El gobierno tiene un programa económico “consistente y creíble” que “incluye un componente fiscal, uno monetario, uno cambiario y un rol del estado en la coordinación de expectativas”. De esta forma se refirió el ministro de Economía Martín Guzmán al programa económico coordinado con el FMI durante la cumbre de la Amcham, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina. Así, el gobierno defiende los principales lineamientos del plan anunciado en febrero de este año, que para el 2022 incluyen una reducción del déficit fiscal al 2,5 por ciento del PBI, -fue del 3 por ciento en 2021-, así como una baja en la emisión monetaria a solo el uno por ciento del PBI, cuando fue del 3,7 por ciento del PBI en 2021.

Si bien los integrantes del equipo económico hablan de una “multicausalidad” en la inflación, tanto el acuerdo con el FMI como las principales acciones gubernamentales parecieran poner foco en la reducción del déficit y de la emisión monetaria, bajo la idea de que no atacar estas variables podría incrementar aún más la muy alta inflación, con todo lo que ello repercutiría a nivel socioeconómico. Es también, uno de los focos de conflicto con el sector kirchnerista de la coalición, que no considera virtuoso el decrecimiento del gasto en un contexto de 40 por ciento de pobreza, y considera que la disminución de estos índices deben efectuarse mediante una aún mayor recaudación fiscal, basada por ejemplo en el aumento de las retenciones.

Consultado por El Destape, el doctor en economía y profesor de la maestría de Economía de la UBA Juan Latrichano, sostuvo que “la reducción del gasto y de la emisión es a priori contractiva en la economía, aunque creo también que el gobierno está tomando medidas que apuntan a compensar ese problema a través de una expansión de las exportaciones”. En este sentido,

Latrichano cita los acuerdos para incrementar la venta al exterior de hidrocarburos, pues afirma que los mismos “ayudarían a no detener el crecimiento, fundamentalmente porque los dólares que entran por esas exportaciones pueden ser utilizados para importar insumos industriales”. De todas formas, señala que “el gobierno debería hacer una mucho mejor administración de los dólares que entran al país, porque en gran medida se están destinando a subsidiar a los grupos económicos en los pagos de sus deudas externas, que en muchos casos son intra-firma, es decir de las multinacionales a sus casas matrices”.