Uno de los principales argumentos de funcionarios y economistas de la alianza Juntos para explicar los problemas económicos que afronta el país se vincula a un supuesto “populismo económico” basado en la contratación y erogación en salarios de empleados públicos, junto a la incorporación y prestaciones en el ámbito previsional. Sin embargo, desde su gobierno se erogó en ambos ítems una cifra casi siempre mayor a la del actual, al efectuar la comparación interanual tomando como referencia el primer bimestre de cada año.
Esta conclusión se desprende del último Informe de Coyuntura del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE), integrado por economistas egresados de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde se da cuenta que la masa de recursos destinados a salarios públicos nacionales en el primer bimestre del último año de Cambiemos, es decir tras el ajuste impuesto en alianza con el FMI, fue de 246 mil millones de pesos constantes o actualizados al actual poder adquisitivo, superior a los 243 mil millones de pesos constantes del primer bimestre de este año, así como también al primer bimestre de 2020 (230 mil millones) y 2021 (225 mil millones).
De igual forma en el gasto previsional, las cifras indican una constante caída en los montos asignados a las jubilaciones, pues los mismos descendieron en el primer bimestre de 2020 para totalizar en 689.000 millones, y en el mismo lapso de 2021 (650.000 millones), para subir en el primer bimestre de este año a 695 mil millones de pesos, quedando también por debajo de los 697 mil millones de pesos constantes de febrero de 2019.
Aun así, si se tiene en cuenta al sector más vulnerable de los jubilados, es decir aquellos que cobran la mínima y representan el 75 por ciento del total, es posible ver que sus percepciones subieron levemente por encima de la inflación. De acuerdo a la UNDAV Universidad Nacional de Avellaneda - UNDAV, entre diciembre 2019 y abril 2022 este grupo de jubilados, al percibir los incrementos por fórmulas y bonos, recibieron 2,5 puntos más que la inflación acumulada en ese lapso.
El Informe de MATE también permite observar que parte del ajuste efectuado sobre salarios públicos y jubilaciones fue transferido al conjunto de la sociedad vía subsidios energéticos, como así también a los segmentos más vulnerables vía planes sociales. En este sentido, mientras que los fuertes aumentos tarifarios le permitieron a la alianza Cambiemos llevar la cuenta de subsidios a 60.000 millones de pesos constantes para el primer bimestre de 2019, tres años después la misma llegaba a los 140.000 millones. De la misma forma, la erogación orientada a planes sociales era de 39.000 millones de pesos constantes en el primer bimestre de 2019, y tres años más tarde se cuenta por 107.000 millones.
Endeudamiento y gasto
El gasto en salarios y jubilaciones representa un ítem importante ya que juntos suman cerca de la mitad del presupuesto nacional, con lo que el hecho de que la alianza Cambiemos haya destinado una mayor cantidad de recursos a estas dos partidas exhibe que los habituales discursos de equilibrio fiscal y reducción impositiva no se condicen con el ejercicio real de su gobierno. Para ello, en el caso de las jubilaciones, resultó clave la utilización de parte del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses, que durante el macrismo disminuyó de 66.209 millones de dólares a 34.831 millones, junto al mega endeudamiento para sostener parte del gasto corriente mientras se llevaban adelante reformas estructurales, como diversas rebajas impositivas a los sectores de mayores recursos.
Fue en el contexto del default de agosto de 2019 y mercados internacionales de crédito cerrados a causa del sobrendeudamiento, al que luego se le sumó la pandemia, que el actual gobierno disminuyó estas erogaciones destinadas a jubilados por fuera de la mínima y a empleados públicos, aunque persiste el debate al interior del Frente de Todos si está decisión obedeció únicamente a restricciones presupuestarias o a un diseño en el que la reducción de estas partidas se utilizó también como herramienta ortodoxa para alcanzar un mayor equilibrio monetario y fiscal.