El Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió repartir U$S 650.000 millones entre sus países miembros, lo que implicará un arribo de U$S 4.300 millones para Argentina. Se trata de un aumento de los derechos especiales de giro (DEG), los activos potenciales del organismo, que pueden intercambiarse por divisas. Con esto, el Banco Central podrá reforzar sus reservas antes de hacer frente a las obligaciones externas del año.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, propuso e impulsó esta nueva asignación general de DEG. “El momento en que más se necesitan es ahora, por lo que debemos actuar con rapidez”, había pedido en el marco del G20 durante 2020. El titular de la cartera económica había reiterado la necesidad de inyectar liquidez global a través de este mecanismo para que los países puedan lidiar con los efectos de la pandemia y proteger a los más vulnerables.
“Argentina apoya plenamente una nueva asignación general de derechos especiales de giro, que proporcionará fondos para las economías de ingresos bajos y medios que se necesitan con urgencia”, sostuvo Guzmán en la última reunión de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20 el 26 de febrero.
El funcionario se encuentra en Estados Unidos en negociaciones para llegar a un nuevo acuerdo tras los U$S 44.000 millones que el FMI le transfirió a Mauricio Macri con la intención de que mantenga el modelo de fuga de capitales y que gane las elecciones presidenciales. Un alto funcionario del gobierno de Donald Trump admitió haber presionado a la entonces titular para que así sea.
Por qué Argentina recibirá U$S4300 millones del FMI
Tras la reunión que mantuvo Guzmán el martes con la actual directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva anunció en su cuenta de Twitter que la entidad distribuirá US$ 650.000 millones a los distintos países miembros a través de derechos especiales de giro. El monto a asignar será en proporción a la cuota de participación que tiene el país en el FMI. Como Argentina cuenta con una participación del 0,67% a recibirá DEG 3.052,6 millones, que equivalen a U$S 4.354 millones. Estos podrán nutrir los activos del Banco Central al canjearse por las monedas de otro país, una práctica común que siguen las naciones con menor solidez de activos internacionales.
La nueva asignación de DEG fue elogiada por el Gobierno argentino, ya que lo considera como un avance para que los países enfrenten en mejores condiciones los efectos de la crisis económico-sanitaria generada por el COVID 19, además de que servirá para impulsar la recuperación mundial.
Activo de reserva internacional, el DEG fue creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros. Se revisa cada lustro y en la actualidad se basa en una cesta de cinco monedas: el dólar estadounidense, el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina.