Frente a amenazas reprivatizadoras, Aerolíneas muestra cifras sólidas

El año pasado la empresa obtuvo ingresos por u$s 1864 millones. En contra de lo que pregona la oposición en sus discursos de campaña, en subsidios el año pasado recibió la mitad que en 2021 y pagó al Fisco el doble de lo que recibió.

18 de julio, 2023 | 17.39

A 15 años de su nacionalización, tras el desguace que sufrió de manos de la concesionaria española Marsans, las propuestas de reprivatizar Aerolíneas Argentinas vuelven como tema electoral. Más allá del carácter federal (conexión de destinos no turísticos)-como cualquier otra línea de bandera--, la empresa viene saneando su situación, aún con una pandemia que paralizó la actividad aerocomercial en todo el mundo. 

Los turistas receptivos internacionales y los turistas internos transportados por Aerolíneas Argentinas en el año 2022 realizaron un aporte total de 3044,5 millones de dólares en las economías regionales de todo el país, anunció la compañía. El Producto Bruto Aeroportuario (PBA) generado por Aerolíneas representa el consumo de los pasajeros transportados y el gasto de la línea aérea en los aeropuertos de todo el país, junto con los salarios e impuestos de la actividad aerocomercial. Ese PBA generado por Aerolíneas Argentinas para 2022 fue de 2029,7 millones de dólares en el país.

"El de Aerolíneas es uno de los casos más escandalosos. No debería estar en manos del Estado y yo la privatizaría", afirmó el precandidato por Libertad Avanza, Javier Milei, sobre el línea de bandera. Su contrincante por el PRO, Patricia Bullrich, defendió la "política de cielos abiertos", que implica la liberalización de los mercados del transporte aéreo y la minimización de la intervención gubernamental. Para Horacio Rodríguez Larreta, la firma debería "hacer más vuelos y más baratos". 

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El diputado nacional Máximo Kirchner presentó un proyecto que propone modificar la Ley 26.466, para prohibir la transferencia de las acciones de Aerolíneas Argentinas sin la autorización del Congreso de la Nación. En el contexto actual, donde los candidatos de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza hablan de privatizar empresas públicas, entre ellas Aerolíneas Argentinas, resulta prioritario garantizar su protección.

Hace 15 años el gobierno de la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, recuperaba la aerolínea de bandera. Se trató de una decisión política y de gestión económica. En 2008 el Estado argentino pagaba los salarios de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas y también el combustible a los aviones. 

En 2008, el Estado se hizo cargo de recuperar una empresa de valor estratégico para la República Argentina, que fue un caso paradigmático de las privatizaciones en la década del 90 y que fue vaciada en perjuicio, no solo de los trabajadores y trabajadoras 

Aerolíneas Argentinas generó a la fecha un total de 107.235 empleos directos, indirectos, inducidos y catalíticos en 2022. Durante 2022 la empresa utilizó además el 67 por ciento del presupuesto asignado por el Estado Nacional. Fueron 47.000 millones de pesos (353,1 millones de dólares a la cotización de ese momento), que a su vez representan el 50 por ciento de lo recibido en 2021. Al mismo tiempo, la empresa obtuvo ingresos por 1864 millones de dólares.

"La empresa no solo requiere menos inversión del Estado, sino que además achicó su participación en el presupuesto nacional: durante 2023, Aerolíneas representa el 0,31 por ciento del gasto público, en tanto que en 2019 fue del 0,48 por ciento", comunico la empresa que conduce Pablo Ceriani. Aerolíneas devuelve en concepto de impuestos al Estado más de la mitad de los subsidios que recibe anualmente y por cada dólar gastado por la compañía, se crean casi tres dólares de valor agregado bruto en la economía del país.

Sólo en 2022, Aerolíneas contribuyó al fisco nacional y provinciales con 109 mil millones de pesos, en concepto de impuestos, contribuciones y tasas. Más del doble de lo que recibió, un 128 por ciento. Asimismo, en lo que respecto al 2023, Aerolíneas lleva ejecutado el 0 por ciento del mismo, sin haber requerido fondos de lo asignado para este año. Entre enero y junio de 2023,  recibió tan solo 6 mil millones de pesos, correspondientes al presupuesto de 2022.

Otra vez sopa

Hace una década y media la empresa estuvo a punto de desaparecer, pero a través de una ley aprobada en el Congreso e impulsada por el oficialismo, se nacionalizó en 2009 y se denunció el vaciamiento del Grupo Marsans. El Grupo español finalizó la gestión con un déficit de 563 millones. Además, maquillado, porque se tomó deuda en el mercado privado y eso dejó un tendal de proveedores sin pagar. También vendió los simuladores de vuelo, de los cuales uno logró recuperarse esta semana.

En 2008, cuando se expropió Aerolíneas al Grupo Marsans luego de que vaciara la compañía, el aporte del Estado ascendió a 900 millones de dólares, mientras que el año pasado fue de 353,1 millones. 

El balance del año pasado arrojó el mejor resultado económico desde que el Estado recuperara el control de la empresas, con un saldo negativo de 246 millones de dólares. Representa una reducción del déficit del 43,7 por ciento respecto a 2021 y del 64 por ciento respecto a 2019 cuando las perdidas alcanzaron los 667 millones de dólares. Este último balance fue aprobado por dicha firma sin salvedades, algo que no ocurría desde 2004.

El plan de la oposición, similar al del gobierno de Macri, incluye el corte de las rutas en las que pierde la línea de bandera, las cuales, a partir de la llegada de la competencia de las low cost, son cada vez más. 

En 2016 la empresa en manos del macrismo tomó del mercado unos 100 millones de dólares que se utilizaron para gastos corrientes, sin que se presentaran los balances. No se informó la tasa ni la garantía que se presentó. Pero ahora los bancos solicitan esa información. 

La reducción en los subsidios que buscó mostrar el macrismo como una mejora en el saldo operativo es entonces a costa de un achicamiento de la empresa, mediante un menor ritmo de inversiones, ya sea por una caída en la compra de aviones o la venta de los existentes. Los principales ingresos de la compañía son la venta de pasajes y paquetes turísticos, las comisiones por alquileres de autos y hoteles y el mantenimiento que ofrece a otras aerolíneas. 

Los costos son en su mayor medida la masa salarial y los gastos de producción del transporte (mantenimiento y combustible) y las inversiones necesarias para la operatoria aerocomercial. La diferencia la debió seguir compensando el Estado.