Un informe que difundió la UBA analizó la propuesta de dolarización que elevó la oposición y reveló que ante una hipotética implementación del sistema, se debería aplicar una devaluación sin precedentes y el dólar superaría los $ 4.000. Además, alertó por la quita de facultades al Banco Central (BCRA).
Se trata de un reporte del Centro R.A., liderado por Emiliano Yacobitti, que funciona en el ámbito de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. "Desde hace 14 años nuestro país convive con tasas de inflación por encima del 20% por año. Sin embargo, desde junio de 2020, la inflación en términos anuales se ha acelerado por encima del 50% y se ha estancado en esos valores desde entonces", contextualizó el estudio.
"Con la cantidad de dinero circulante y de pasivos del BCRA, dolarizar la economía con el nivel actual de reservas netas implicaría valuar salarios y precios a un tipo de cambio aproximadamente de $4315 por dólar", estima la investigación de la UBA. En ese sentido, aseveró: "Caso contrario habría que pedir prestados u$s 41.000 millones para dolarizar a un tipo de cambio de $200 y luego devolverlos".
Según el informe de la UBA, "el riesgo principal de dolarizar es que se pierde el prestamista de última instancia (desaparece el BCRA)". Y agregó: "La principal función de un Banco Central es preservar el valor del dinero (léase, inflación baja) y garantizar la liquidez necesaria al sistema bancario".
"Caso contrario habría que pedir prestados u$s 41.000 millones para dolarizar a un tipo de cambio de $200 y luego devolverlos"
Con la ausencia de un Central que otorgue liquidez en estos escenarios, "los bancos podrían quebrar, millones de pesos/dólares en ahorros desaparecer y se generaría una falta de liquidez global en el sistema que podría llevar a una severa recesión", y citó como ejemplo la Gran Depresión de 1930 en Estados Unidos.
En otro pasaje, el estudio apuntó que "los períodos de recesión se pagan con ajustes en el nivel de actividad: salarios o puestos de trabajo, lo cual tiene su impacto a nivel consumo y, consecuentemente, PBI". Además, agregó: "Incluso más, en presencia de sticky prices, la recesión se espiralizaría y profundizaría. En otras palabras, se pierde el amortiguador o estabilizador automático que brinda el tipo de cambio".
Por otra parte, los investigadores remarcaron que "la dolarización no elimina el riesgo de default". Es decir, "elimina el riesgo devaluatorio 'priceado' dentro de los bonos soberanos, pero no elimina el riesgo de incumplimiento de pago. Hoy los bonos soberanos rinden 28% en dólares (2800 bps), es decir, cotizan a valores de default".
El reporte concluye que "una dolarización funcionaría como una solución rápida a un problema de larga data en nuestro país, aunque supone el abandono de cierta soberanía económica, al mismo tiempo que requiere de acuerdos y reformas institucionales profundas".