Con la entrada en vigencia del dólar diferencial para turistas extranjeros, el Banco Central (BCRA) comenzó a sumar divisas para las reservas a través de estas operatorias. Desde el Gobierno confían en que el flujo por esta vía permitirá cumplir con la meta de acumulación que debe alcanzar en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Luego de demoras por parte de los emisores de las tarjetas de crédito, hubo una primera venta de dólar MEP con la empresa internacional Mastercard, que trepó a un par de millones y que se realizó a través de una de las procesadoras de pago. En concreto, los turistas acceden con este beneficio a un tipo de cambio que actualmente cotiza a $ 316, en lugar del minorista que lo hace a $ 166, desincentivando, de esta forma, a que acudan a cambiar sus billetes por efectivo en el mercado ilegal y adquieran el blue.
Este debut se enlazó directamente con el balance de la participación del BCRA en la apertura semanal del mercado cambiario. El ente rector que conduce Miguel Pesce compró US$ 70 millones durante la jornada, cuando la liquidación vía dólar soja fue de US$ 68 millones. De esta manera, fue la primera vez que las compras oficiales excedieron los ingresos del sector sojero desde que se implementó el régimen de incentivo a las exportaciones.
Hasta ahora, las empresas Mastercard y Cabal acordaron con Prisma -principal procesadora de pagos con tarjeta del país- la posibilidad de que sus usuarios no residentes en Argentina puedan pagar con sus tarjetas consumos en pesos a un tipo de cambio diferencial. Según pudo saber este medio, la firma Visa se sumaría a esta operatoria recién la próxima semana.
En lo que va del año ingresaron US$ 2.500 millones por turismo receptivo, pero solo el 15% fue liquidado en el mercado formal. Inicialmente, se proyectaba una inyección de US$ 1.100 millones para las reservas brutas hasta fin de año, pero las demoras en la implementación de este esquema podría disminuir la cifra.
Cómo funciona el dólar turista
Los turistas consumen con la tarjeta de crédito o débito. La tarjeta convierte ese gasto al tipo de cambio fijado para los turistas del exterior. Los turistas pagan en dólares a las tarjetas y las tarjeteras venden esos dólares en la Argentina a través del mercado financiero y luego le pagan en pesos a los comercios o servicios. Esta normativa no se instrumenta a través de los bancos sino de las tarjeteras.
Si hay argentinos que pagan con tarjetas emitidas en el exterior, tendrán el mismo beneficio. El BCRA dejará de percibir el monto - mínimo- que las tarjeteras hasta ahora vendían en el mercado. La ventaja es que los dólares que ingresen las tarjeteras para vender ahora en el mercado financiero engrosarán las reservas al quedar depositadas en las cuentas de los vendedores.
Mientras que todas las personas que salen de Argentina gastaban con la tarjeta de crédito a la cotización del “dólar turista” (recarga de un 30% del impuesto PAIS y un 35% de una retención a cuenta del impuesto a las ganancias), quienes llegan al país no suelen cambian su dinero en el mercado formal. Por cada dólar pueden obtener un rendimiento extremadamente mayor de pesos en una cueva que en un banco.
Según cifras que maneja el Ministerio de Turismo, hasta ahora las tarjetas declaraban operaciones por un monto estimado de US$ 30 millones por mes, mientras que con esta nueva operatoria la facturación podría trepar a US$ 250 millones.
Además de la suma de reservas y la perspectiva de crecimiento de turistas, un efecto que puede generar la medida es la reducción de la brecha entre el tipo de cambio oficial y el MEP por el crecimiento de la oferta.