Según un informe privado, el Gobierno Nacional mantendrá hasta octubre de 2025 un esquema cambiario con ajustes moderados en el marco del acuerdo con el FMI, buscando evitar la volatilidad preelectoral. A partir de ese momento, desde BBVA Research estiman que comenzará un proceso de unificación cambiaria, con una mayor flexibilización de restricciones después de las elecciones legislativas. De acuerdo con sus proyecciones, el tipo de cambio oficial cerrará 2025 en $1.400 por dólar.
Por su parte, el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) las proyecciones indican que el tipo de cambio nominal alcanzaría los $1.201 por dólar, con una variación interanual del 17,6%, lo que representa una leve reducción de 0,5 puntos porcentuales en comparación con el informe anterior.


Inflación: según el BBVA se seguirá desacelerando
El informe sostiene que la política monetaria restrictiva y el esquema de crawling peg seguirán contribuyendo a la desaceleración de la inflación. Sin embargo, advierten que la recuperación del consumo, la suba de los salarios reales y los ajustes pendientes en precios regulados establecerán un piso a la desinflación. Para este año, proyectan un alza de precios en torno al 30%.
La perspectiva de crecimiento
La recuperación económica proyectada para 2025, con un crecimiento del 5,5%, podría verse afectada por la evolución del tipo de cambio. El fortalecimiento del peso incentivaría el consumo y la inversión, pero también impulsaría las importaciones y el turismo emisivo, lo que generaría un déficit en la cuenta corriente del 1,4% del PBI. No obstante, el superávit de la balanza energética ayudaría a contener el desequilibrio externo.
Riesgos políticos y su efecto en la estabilidad cambiaria
BBVA Research advierte que la estabilidad del dólar y el control de la inflación dependen en gran medida del respaldo político al Gobierno. Si bien Javier Milei todavía mantiene parte de la aprobación de su electorado, cualquier debilitamiento en su imagen podría generar incertidumbre en los mercados y afectar la sostenibilidad del equilibrio fiscal y monetario.
Con la unificación cambiaria en el horizonte y el desafío de consolidar la desinflación, la evolución del tipo de cambio y los precios será clave para el desempeño económico en 2025.