La participación de los trabajadores en el ingreso cayó 6,5 puntos desde 2016 respecto a la participación de las empresas, según reveló un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sobre la distribución del ingreso en Argentina, elaborado en base a datos del INDEC.
Se trata de datos que excluyen al sector público. La presentación, a la que pudo acceder El Destape y que llega a contabilizar hasta el segundo trimestre de este año, muestra que "la mayor parte de ese retroceso (4,5 puntos) se evidencia entre el primer semestre de 2016 y el primer semestre de 2019", mientras que el resto (2 puntos) ocurrió entre 2019 y 2022.
Al contrario, la participación del capital (empresas) en el ingreso creció 5 puntos desde el primer semestre de 2016, aunque en este caso los períodos se invierten, ya que, de este total, 1,2 puntos corresponden al período de 2016 a 2019 mientras que los 3,8 puntos restantes corresponden al período 2019-2022.
También se observa una caída en la participación asalariada de 2,7 puntos en 2022 entre el primer trimestre del año y el segundo (excluyendo al sector público). Sin embargo, esta baja intertrimestral se produce todos los años, por lo que el dato positivo es que la participación asalariada en el ingreso creció en el segundo trimestre de 2022 (33%) respecto al segundo trimestre de 2021 (31,6%).
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De esta forma, en niveles totales y siempre excluyendo al sector público, en el primer semestre de 2016 la participación asalariada en los ingresos era de 42,2% contra 47,1% del capital, una brecha de 4,9 puntos porcentuales. Al primer semestre de 2019, la brecha se había ampliado a 10,6 puntos porcentuales (48,3% el capital contra 37,7% los trabajadores). Y al primer semestre de 2022 la brecha volvió a ampliarse para llegar a los 16,4 puntos porcentuales (52,1% contra 35,7%). Aun asi, resulta más favorable a los trabajadores que en el primer semestre de 2021, cuando llegó a ser de 17,8 puntos.
Si se incluye al sector público, la brecha comenzaba siendo favorable a los trabajadores en 2016 (51,3% contra 39,7% del capital), pero los términos se invirtieron en el primer semestre de 2021 tras reducirse paulatinamente en los años previos. Al cabo del segundo semestre de 2022, la brecha resultaba favorable al capital en 0,6 puntos (45% contra 44,4% de los trabajadores).
"En definitiva, en el proceso mencionado se puede distinguir que los asalariados perdieron sensiblemente participación en el ingreso en la etapa de la gestión Cambiemos; que la pandemia mejora provisoriamente la situación donde, en el marco de un fuerte retroceso de la economía, las políticas de protección de asalariados permitieron que estos se vieran menos afectados que el capital; y la pospandemia, donde el excedente de capital bruto capitaliza ampliamente con el resultado de la reactivación", concluyó el informe del CEPA.
"Es decir, el 83% de la mejora en la productividad laboral de estos últimos 3 años se lo quedaron las empresas", agregó la presentación, y cerró: "Esto significa una transferencia de ingresos desde los trabajadores hacia los empresarios que se suma a la pérdida por un mayor incremento de precios que de salarios".