Primarización de la economía e ingreso de divisas para el pago de deuda sintetiza el programa económico del gobierno de La Libertad Avanza (LLA). Todo el esquema financiero está sustentado en el ingreso futuro de dólares que puedan generar las exportaciones de hidrocarburos, litio y granos, principalmente el loteo de concesiones en Vaca Muerta, donde se proyecta se alcance un superávit de 30.000 millones de dólares en cinco años. La incógnita es qué rol tendrá el Estado en la administración de ese recurso y cuánto quedará en manos de empresas “amigas” del poder de turno. De todos modos, este superávit energético no alcanza para cubrir los vencimientos de deuda del próximo trienio, el cual asciende a 57.000 millones de dólares.
La consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC Argentina) prevé un superávit energético de 30.000 millones de dólares para Vaca Muerta en 2030 con una producción récord y oportunidades en infraestructura. Esta fecha podría ser el nuevo mojón de la administración Milei para reestructurar los vencimientos de deuda.
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En los próximos tres años el país afrontará vencimientos por 57.000 millones de dólares: 18.000 millones en 2025, 18.700 millones en 2026 y 20.300 millones en 2027. Los principales acreedores son el Banco Mundial (3.300 millones de dólares), BID (6.700 millones), bonos soberanos (23.500 millones), BOPREAL (7.400 millones), CAF (3.400 millones), Club de París (1.300 millones), FMI (12.700 millones) y Otros (3.400 millones). Con reservas en picada, pese al oxígeno conseguido por el blanqueo, una economía que recién empezaría a salir de la recesión y una deuda en pesos –producto del carry trade—que se abulta todos los meses y derivará en una demanda de dólares para salir de la bicicleta, la reestructuración de vencimientos es una hecho.
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El Gobierno pretende, sin contar con los compromisos del mayor crédito otorgado al macrismo por el FMI, cubrir los vencimientos con más deuda y, cuando se termine la bicicleta, con el ingreso del sector exportador de materias primas, donde la principal apuesta en el segmento hidrocarburífero. Sin embargo, pese a su enorme potencial, la bola de deuda crece más rápido que las previsiones de ingreso de divisas.
De acuerdo con las proyecciones PwC Argentina, Vaca Muerta podría generar un superávit en la balanza energética de 30.000 millones dólares en 2030, con una producción estimada de un millón de barriles de petróleo y más de 250 millones de metros cúbicos de gas por día. Desde el inicio de su explotación, las inversiones en estos yacimientos alcanzarán los 200.000 millones de dólares.
El informe detalla que, en agosto de 2024, Vaca Muerta alcanzó una producción de 403.000 barriles de petróleo y 83 millones de metros cúbicos de gas por día, representando más de la mitad de la producción de hidrocarburos del país y con un crecimiento interanual del 35 por ciento en petróleo y 22 por ciento en gas. El ritmo de crecimiento interanual ha sido sostenido a niveles de doble dígito, y la formación aún se encuentra en una etapa temprana de desarrollo.
A pesar del gran potencial de producción de Vaca Muerta, el informe enfatiza que este crecimiento depende en gran medida de inversiones en infraestructura. La falta de capacidad de evacuación actual representa un límite concreto para el desarrollo productivo. Estas proyecciones dependerán de que se realicen inversiones esenciales en infraestructura, particularmente en ductos y plantas para la exportación de Gas Natural Licuado.
La construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur, con una inversión de 2.500 millones de dólares, que permitirá transportar 500.000 barriles de petróleo por día, y el puerto de aguas profundas en Río Negro, diseñado para reducir costos de transporte y facilitar el acceso a mercados internacionales. El desarrollo de proyectos como la ampliación del Gasoducto Néstor Kirchner y el proyecto Duplicar y Triplicar de OldelVal serán cruciales para superar los actuales cuellos de botella en la capacidad de evacuación.
Lograr una producción diaria de un millón de barriles de petróleo y más de 250 millones de metros cúbicos de gas, tendrán un impacto directo en la generación de divisas para el país por la exportación de excedentes. Hace diez años, la balanza comercial del sector fue deficitaria en más de 6.500 millones de dólares mientras que al 31 de agosto de este año se acumulaba un superávit superior a los 3.000 millones. El desarrollo masivo de Vaca Muerta y la puesta en producción de los proyectos antes mencionados, podría elevar este superávit a más de 30.000 millones de dólares para 2030, desplazando al sector agrícola como principal sector generador de divisas, pero sin alcanzar a la salida potencial de deuda que genera el esquema piramidal de deuda puesto en marcha por el ministro de Economía, Luis Caputo.