La bicicleta financiera del ministro de Economía Luis Caputo y el presidente Javier Milei dejó en la primera parte del año una clara huella de endeudamiento, la misma que el Gobierno pretende ahora ocultar con una renegociación de vencimientos. De acuerdo con el último informe del INDEC, la cuenta financiera registró en el segundo trimestre del año un egreso neto de capitales de 2.720 millones de dólares, lo que se contrapone notoriamente con los 7.149 millones de dólares que ingresaron en igual período del año pasado. La salida o fuga de capitales se explica por el aumento en la tenencia de activos financieros externos (compra de dólares) por parte de argentinos, que alcanzó entre abril y junio a un total de 2.222 millones de dólares.
Las proyecciones del mercado anticipan ventas del Banco Central en la plaza cambiaria y caídas de reservas netas durante los próximos tres meses. Se trata de una variable sensible que afectó la dinámica del riesgo país en el período mayo-julio. “El resultado final de reservas en el año será muy dependiente de la evolución del financiamiento en dólares local y los desembolsos de organismos internacionales (estimamos baja adicional de entre 1.000 y 3.000 millones de dólares, según el escenario)”, agrega el documento de la c-pconsultora.
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A la delicada situación de reservas derivada del desacople de la economía real se suma el esquema de carry trade que mantiene aceitado el equipo económico que lidera Caputo para mostrar un ingreso especulativo de dólares que, ni, aún así, siquiera sucede.
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Sucede que hace ya varios meses los hombres de negocios advierten que el gobierno de Milei se quedó sin crédito y es momento de monetizar ganancias, metiéndole presión al tipo de cambio. La respuesta, a dos tiempos, fue primero lanzar una agresiva intervención en el mercado de dólares financieros y, con el decreto conocido esta semana, preparar el terreno a una reestructuración de deuda.
Por su parte, el Gobierno apuesta a conseguir unos 4.000 millones de dólares frescos derivados del blanqueo en funcionamiento desde mediados de agosto, mientras más de la mitad de ese monto se fue del país apenas el segundo trimestre del año. La cuenta financiera que publicó el INDEC muestra “un egreso neto de capitales de 2.720 millones de dólares”, producto del aumento en las tenencias de activos financieros externos (compra de divisas y derivados en moneda extranjera) por 2.222 millones de dólares y una caída en los pasivos (pago neto de deuda) por otros 498 millones.
Las principales variaciones de los activos externos se concentraron en activos de las reservas del Banco Central, que evidenciaron un incremento de 1.694 millones de dólares –brutos, no netos—. Los activos externos clasificados como inversión directa (en el exterior) e inversión de cartera de los residentes también registraron variaciones positivas, por montos de 710 millones y 480 millones de dólares respectivamente. “En contraste, se observaron disminuciones en los activos externos clasificados como ‘Otra inversión’ de 657 millones de dólares, debido a menores tenencias de los residentes de activos externos en la forma de billetes y depósitos bancarios”, señala el INDEC.
La emisión neta de pasivos externos (deuda externa originada por Caputo) la estima el INDEC para el segundo trimestre en 2.644 millones de dólares. Esto se originó principalmente por el incremento de los instrumentos de deuda del Gobierno por 1.439 millones de dólares, y el aumento de los pasivos netos por participaciones de capital de los bancos, excepto el Banco Central, por 900 millones de dólares, explicados principalmente por la reinversión de utilidades.
En cuanto a la inversión de cartera (financiera), durante el segundo trimestre se registró un ingreso neto de capitales por 380 millones de dólares, explicado con emisión neta de deuda por 860 millones de dólares y un incremento neto de activos externos por 480 millones. En el documento se detalla que el incremento en los pasivos externos se explica por el aumento de deuda del Banco Central por 1.415 millones por ciento, impulsado principalmente por la emisión de los BOPREAL (Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre).
Entre los pocos canales de ingreso de divisas netos, aunque en escaso volumen, se destacan los derivados financieros. En el segundo trimestre se registraron operaciones de este tipo de instrumentos que implicaron un ingreso de capitales por 6 millones de dólares, captados por bancos y el sector institucional. Finalmente, la deuda externa finalizó la primera mitad del año en 286.881 millones de dólares, que se repartió en 197.312 millones en empréstitos en dólares, 48.225 millones en DEG, 20.500 millones en yuanes, 12.784 millones en euros, 6.044 millones en pesos y 2.016 millones en otras monedas.
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