El Gobierno escondió el pago de intereses de la deuda en pesos generada por las Letras de Capitalización (Lecap) y Letras Fiscal de Liquidez (Lefi) por $ 16 billones entre los vencimientos de este año y los que tendrá que afrontar en 2025 y que son la base de las operaciones de carry trade que mantienen la estabilidad en el mercado de cambios.
La deuda total del Tesoro crecerá por la capitalización de estos intereses y aumentará más reexpresada en dólares por el proceso de apreciación del peso que se registró a lo largo del año y que se podría potenciar si se confirma el anuncio del presidente Javier Milei en el sentido de que bajarán a la mitad el paso devaluatorio, actualmente de 2% mensual, si se mantiene la inflación por debajo de 3% en los próximos meses.
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En octubre, por ejemplo según el Gobierno, el Sector Público Nacional (SPN) registró superávit financiero, por $ 523.398 millones, producto de un superávit primario de $ 746.921 millones y de un pago de intereses de deuda pública neto de los intra-sector público (es decir que tampoco considera el pago a organismos tenedores de bonos, como el BCRA o ANSeS) por $223.523 millones.
Ese mes, el Gobierno dejó de contabilizar solo por Lecap vencimientos por $ 0,51 billones. Considerando esos vencimientos, más lo de Lefi y los pagos intra sector público, desaparece el superávit fiscal financiero para mostrar la realidad. Este mes dejarán de considerar $ 0,9 billones y en diciembre otros $ 0,85 billones.
Las tasas de interés que pasaron a ser positivas frente a la inflación de octubre y se mantienen casi al doble del ritmo de devaluación es el motivo para quedarse en pesos que encuentran los inversores financieros, pero que podrían revertir la decisión frente a las primeras señales de agotamiento del modelo que pueden provenir de una suba de la tasa de interés en Estados Unidos o de la imposibilidad del Gobierno de acceder a los mercados voluntarios de deuda.
Las Lecap en circulación alcanzan un valor global de $ 70,4 billones de pesos, integradas por un capital de $ 58,2 billones y por intereses que se van a capitalizar por $ 12,2 billones. El mayor vencimiento se registró en septiembre, cuando no se alcanzó a renovar los $ 13,7 billones, y ahora se enfrenta una serie de vencimientos por $ 5,7 billones en noviembre, $ 5,2 billones en diciembre y otros $ 5,2 billones en enero del próximo año. Este es el título preferido para realizar el carry trade o bicicleta financiera ya que tiene una tasa prefijada de interés cercana al 4%.
Las Lefi, entre las que mantiene en cartera el BCRA y las que están en manos de los bancos, van a generar un devengamiento de intereses de $ 3,8 billones de mantenerse la actual tasa de política monetaria que el BCRA fijó en 35% TNA. Los intereses que devengan esos dos títulos son los que no se consideran para el cálculo del superávit financiero que se jacta el Palacio de HAcienda de alcanzar cada mes.
En ambos casos, los intereses se consideran “por debajo de la línea” un concepto que en la administración pública se utiliza para esconder gastos que se generan pero que no se van a afrontar en el ejercicio. Además de los intereses por las Lecap y las Lefi, se generan intereses por las últimas emisiones de bonos actualizados por CER más una tasa del orden del 10%. En este caso, la Secretaría de Finanzas no registra el costo de la actualización del capital de la deuda por la inflación registrada.
El interés devengado este año por Lecaps equivaldrá a 1,5% del PIB y el de las Lefi a 0,7%, ambos suman pagos de intereses de la deuda escondidos “debajo de la línea” del orden de 2,2% del PIB. Además del incremento de la deuda en pesos que genera esa capitalización de intereses también sube en mayor medida en dólares por efecto de la deuda en pesos creciente a tasas reales positivas y mayores que el ritmo de devaluación.
Si a los niveles de endeudamiento de noviembre de 2023 y septiembre pasado se descuenta el efecto de los adelantos transitorios que se licúan, el nivel de deuda pasó de US$ 411.697 millones a US$ 453.373 millones, lo que implica un crecimiento de 10%.
Solo entre agosto y septiembre pasados, según datos de la Secretaría de Finanzas, el incremento de la deuda total en pesos y divisas expresado en dólares se incrementó 0,4%, en un contexto de caída del PBI, lo que potencia el peso de la deuda sobre el Producto Interno Bruto que se mantiene bajo, en el orden del 70%, pero en crecimiento.